Un total de 28 homicidios registró el Táchira durante el 2024, una cifra que muestra un descenso leve en comparación con la registrada el año pasado, cuando se contaron 31 muertes.

Jhoana Suárez

El año 2024 estuvo marcado por un descenso notable de homicidios en la región. La cifra, que ha ido descendiendo año tras año, el pasado año cuenta 28 muertes, un descenso leve en comparación con los 31 homicidios del 2023 e importante si se compara con la cifra de 2022, que ascendía a 51.

Los 28 homicidios reseñados por los medios de comunicación regionales cuentan 27 hombres y una mujer entre las víctimas. Las causas de muerte más frecuente fueron impactos de bala en 15 de los casos, heridas por arma blanca en ocho de las víctimas, tres fueron asesinados a golpes, uno murió por asfixia y uno murió quemado.

Los hechos ocurrieron en 13 municipios del Táchira: Libertador, San Cristóbal, Panamericano, Ayacucho, Samuel Darío Maldonado, García de Hevia, Pedro María Ureña, Lobatera, Guásimos, Torbes, Fernández Feo, San Judas Tadeo y Córdoba.

Casos destacados

Entre los casos de homicidios que más conmocionaron a la región durante el 2024, se cuenta el ocurrido en el mes de enero en Palmira, municipio Guásimos. Un adolescente de 16 años fue asesinado por un joven vecino quien lo habría golpeado fuertemente. El adolescente recibió un golpe en la tráquea que le causó la muerte minutos después de haber ingresado en el hospital.

El joven, identificado como R. Colmenares, era estudiante de 5° año de bachillerato en el Liceo Nacional Maica de la localidad y fue atacado por un joven de 19 años, vecino de la zona, quien lo agredió sin razón aparente.

Otro caso que causó consternación en el Táchira fue el ocurrido en el mes de julio en Umuquena, municipio San Judas Tadeo, donde Jesús Ramón Mora, de 27 años, fue decapitado por un amigo a quien le daba posada en su vivienda ubicada en el barrio Fonseca de esa localidad. Jesús inició una discusión con su huésped, identificado como Jorge Luis Gandica, de 36 años, quien habría salido recientemente de prisión.

Gandica le propinó varias heridas con un cuchillo y luego lo habría decapitado y se habría llevado la cabeza consigo. El hombre fue capturado al día siguiente, y este confesó que había tirado la cabeza en una cuneta, donde finalmente fue hallada.

Ese mismo mes, el homicidio de Julio Valerio García conmocionó a la región. García, de 40 años de edad, murió a las afueras de la escuela Jhon F. Kennedy en Patiecitos, municipio Guásimos, al recibir un impacto de bala mientras esperaba por el conteo de los votos tras las elecciones de ese 28 de julio. García tenía una herida en la mejilla que le costó la vida cuando era trasladado al Hospital Central.

Para el 17 de agosto, la trágica muerte de un joven de 19 años enlutaría a la comunidad tachirense. Manuel Tarazona se encontraba durmiendo en su habitación en una vivienda en Las Acacias, en San Cristóbal, cuando fue alcanzado por las llamas provocadas por la novia de su hermano en la habitación contigua, quien en un ataque de ira arremetió contra las cosas de su novio, provocando el fuego.

 Carmen Prato, de 24 años de edad, no imaginó que encender el fuego en el closet de su novio iba a provocar la tragedia. Tras discutir con su novio en un local nocturno, con quien tenía algunos meses de relación, salió a casa del joven y una vez ingresó a su cuarto le prendió fuego a una prenda en el closet, provocando el incendio que causaría la muerte de su cuñado, quien se hallaba durmiendo. El joven no tuvo tiempo de escapar de las llamas y murió calcinado.