Sucesos
A la otra víctima asesinada en Juan Frío también la secuestraron en San Antonio
2 de abril de 2022
Fue identificado como Ángelo José Peña, un joven de 20 años que trabajaba en La Parada, como asesor de viajes, específicamente en las adyacencias del Puente Internacional Simón Bolívar, y tenía su domicilio en San Antonio del Táchira
Una vez se logró que la familia identificara a la segunda de las víctimas asesinadas a la entrada de la trocha La Ramona, en Juan Frío, que comunica con el municipio Bolívar del estado Táchira, se conoció que el otro hombre asesinado junto con Luis Eduardo Miranda Suárez también había sido secuestrado en San Antonio del Táchira.
A la segunda víctima la identificaron en Medicina Legal, días después.
Era Ángelo José Peña, un joven de 20 años, quien trabajaba en La Parada, como asesor de viajes, específicamente en las adyacencias del Puente Internacional Simón Bolívar, y tenía su domicilio en San Antonio del Táchira.
De allí precisamente se lo llevaron por la fuerza, unas horas antes que, junto con el cadáver de Miranda, fuera hallado en la mencionada trocha de Villa del Rosario, la madrugada del 24 de marzo.
El 23 de marzo, unos sujetos desconocidos lo abordaron y lo obligaron a subirse a una motocicleta, en la que se lo llevaron con rumbo desconocido.
La familia del joven perdió todo rastro de él. Dejó a su pareja embarazada, casi a punto de dar a luz, situación que llenaba de alegría e ilusión al muchacho.
“Era un hombre único, no salía a fiestas, todo el tiempo se la pasaba del trabajo a la casa; dedicado a su hijo que estaba esperando”, aseguró al diario La Opinión uno de los dolientes.
De la otra víctima, Luis Eduardo Miranda, de 27 años de edad, ya se había informado que, de acuerdo a sus familiares, igualmente se encontraba desaparecido desde el 1° de marzo, cuando desde el sector La Escalera, en Llano Jorge, San Antonio del Táchira, unos hombres armados, presuntamente del ELN, se lo llevaron contra su voluntad.
Luego de que los familiares de Luis o Lucho lo identificaran, mencionaron que la familia pudo contactarse con ese grupo guerrillero, que aceptó tenerlo en su poder, pero les aseguró a los parientes que, luego de constatar algunas informaciones sobre él, lo dejarían en libertad, lo cual no ocurrió.
También les advirtieron que no formularan la denuncia, por desaparición o secuestro, ante las autoridades.
Supuestamente, durante el tiempo que Miranda estuvo en cautiverio fue trasladado al interior de Venezuela, sin precisar a dónde, hasta que finalmente lo asesinaron a balazos en la citada trocha.
Tanto él como Ángelo presentaban signos de tortura y estaban atados de manos. Inicialmente se pensó que el cadáver de este último era el de algún amigo de Miranda que trabaja con él en las trochas.
Miriam Bustos