Las autoridades colombianas le pusieron freno la vida criminal de Didier Gustavo Páez Menco, alias Páez, señalado de ser el segundo al mando de Los Rastrojos en Norte de Santander. El hombre fue capturado en un motel en Sincelejo (Sucre), de donde es oriundo, reseñó La Opinión
Páez, de 38 años, tenías una orden de captura por concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos.
Tras un año de investigaciones, hombres del Grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula), soldados de la Trigésima Brigada del Ejército junto con la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía Nacional, le llegaron hasta su ubicación y lo arrestaron.
A Páez lo detuvieron solo con un celular en sus manos, siendo incautado y quedó a disposición de la autoridad competente.
Lo señalan de ser el presunto encargado de cometer secuestros, homicidios, cobro de extorsiones; tráfico, control y venta de estupefacientes.
Determinaron las autoridades del vecino país, que, tras las confrontaciones armadas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que vienen presentándose en la línea fronteriza con Venezuela, Didier Gustavo, se encontraba en Sincelejo realizando coordinaciones con otras organizaciones criminales de Sucre, Córdoba y Bolívar y pretendía fortalecer su componente armado.
Fuentes de inteligencia indicaron que también era el encargado de cometer homicidios y uno de esos sería la muerte en Venezuela, de los familiares de alias Menor, un excabecilla paramilitar, y además tenía a su cargo las llamadas casas de pique, donde desmembraban a las víctimas.
“Sabemos que los sitios para desmembrar son del lado venezolano y lo cometen con personas que traicionaban la confianza de estos cabecillas. Los señalados de traición eran sometidos a muertes sangrientas”, subraya el informe oficial.
Según el general Ramiro Castrillón, comandante de la Regional de Policía Número 5 “se le sindica de haber desmembrado a personas vivas, las torturaba para sacar información que iba en contra de su organización. En los próximos operativos nuestra meta es capturar al cabecilla Becerro”, anunció el general. (MB)