Digna de aclarar sería la muerte del comerciante de origen colombiano, Juan Carlos Osorio Yépez, de 47 años, que todo parece indicar, según un reporte oficial al que se tuvo acceso, fue el hombre abatido en la trocha La Mona, cuando presuntamente se enfrentó a efectivos del Ejército venezolano, pero de acuerdo con sus allegados, el sábado en la noche, unos sujetos lo sacaron por la fuerza de un salón de pool y al otro día apareció abaleado.
Osorio Yépez, a quien cariñosamente le decían Rebusque, precisamente debido a que comerciaba con distintos rubros -en un tiempo vendió comida, luego productos que últimamente traía de Colombia y vendía en Ureña-, era dicharachero, le gustaba la música y colaboraba con la comunidad, de allí que el sábado, cuando se conoció que había sido plagiado de un pool del sector El Cementerio, la noticia y la indignación corrieron rápidamente, por cuanto el hecho fue público y notorio.
Presumieron que quienes se lo llevaron podrían haberse equivocado y que de un momento a otro sería liberado. Pero, de acuerdo con la información difundida en las redes sociales, el cadáver de Rebusque fue hallado el domingo en una trocha.
Vale acotar que la información en redes también daba cuenta de que ese mismo sábado, en la noche, otro hombre, de cual no se tiene información alguna, en las mismas circunstancias fue sacado de otro pool en el barrio Plaza Vieja y, hasta este martes, su paradero era desconocido.
Retomando el caso de Osorio Yépez, una vez que se logró la identidad del fallecido en el supuesto enfrentamiento, llamó la atención que fuera la misma del comerciante plagiado, lo que tiende a confundir, pero en caso de ser la misma víctima en ambos hechos, existiría la posibilidad de que en la trocha, donde murió, estuviera aún en poder de sus captores.
Con respecto al enfrentamiento, ocurrió al momento que una comisión del Ejército efectuaba patrullaje en la zona fronteriza y en la conocida trocha La Mona, en Plaza Vieja, que desde Ureña comunica con territorio colombiano, observaron a varios sujetos portando armas de fuego, que sin razón aparente dispararon contra los militares.
Y que, como consecuencia, hubo un abatido, mientras que los demás sujetos huyeron a territorio colombiano. Una posibilidad sería, en caso que el comerciante haya sido la víctima en esta situación, que los sujetos que lo plagiaron horas antes fueran los mismos que huyeron a Colombia durante la balacera.
De acuerdo al parte oficial, el presunto enfrentamiento habría ocurrido a eso de las 4:30 de la madrugada del domingo
Como evidencia –agrega el reporte-, habrían colectado un arma de fuego, tipo revólver, calibre .38; dos balas calibre .38; tres conchas del mismo calibre; tres conchas calibre 9mm y cinco conchas calibre 762×69.
El entierro de Rebusque se efectuó este martes, en la tarde, y un nutrido grupo de habitantes de Ureña lo acompañó hasta su última morada, en el cementerio de la localidad.
Guerrilla se pasea en Ureña
Por otra parte, pero en la misma tónica de la violencia e impunidad desenfrenadas que deben afrontar los habitantes de frontera, “Pasa en Ureña” publicó en su página: “Atención. Guerrilleros del ELN se pasean por los barrios de Ureña, saludando casa por casa, con sus uniformes de negro y armas de guerra; las fuerzas armadas de Venezuela tienen conocimiento de lo que sucede, pero son cómplices. El pueblo de Ureña clama ayuda internacional, debido a que estos bandidos secuestran, extorsionan y asesinan a su placer en la frontera”. (MB)