El hombre se dedicaba a la fabricación de guantes industriales
Jonathan Maldonado
Un vehículo interceptó este domingo, en horas de la mañana, al empresario Henry Acevedo, justo cuando se hallaba en la casa de su padre, ubicada hacia la entrada de la ciudad fronteriza.
Los hombres que se encontraban a bordo del carro, según versiones extraoficiales, lo obligaron a montarse y desaparecieron del lugar.
No habían transcurrido ni un par de horas cuando el cuerpo de Acevedo fue encontrado por transeúntes en las cercanías de la redoma Virgen de Lourdes, en el sector de Aguascalientes.
El cadáver estaba baleado. A los pocos minutos del hallazgo llegaron los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), delegación de Ureña, para realizar el levantamiento del cuerpo.
Al lugar también acudió el Cuerpo de Bomberos del municipio, pero ya la persona se encontraba sin signos vitales. Se presume que el móvil se debe a un ajuste de cuentas; sin embargo, habrá que esperar el resultado de las investigaciones por parte de las autoridades encargadas.
Fabricaba guantes
Tras conocerse el suceso, el equipo reporteril de La Nación consultó a algunos vecinos, quienes precisaron que el ciudadano era residente de la urbanización Las Brisas.
“Él se dedicaba, junto a otro hermano, a la fabricación de guantes industriales”, resaltó uno de los residentes, quien prefirió no ser identificado. “Él no pasaba de los 50 años. Muy lamentable esto”, señaló.
Acevedo, se conoció, era amante del ciclismo y de otros deportes, razón por la que siempre se mostró presto a colaborar con los grupos de ureñenses que hacen vida dentro de esta disciplina.
Otro de los consultados por La Nación fue su profesor de quinto grado en la escuela Maximiliano Zambrano Duque: “Fue uno de mis primeros alumnos que tuve en la institución, en la década de los 80’”, manifestó el maestro jubilado.
“Como profesor, pocas veces lo volví a ver, tras haber culminado su escolaridad, pero sabía que se dedicaba a la fabricación de guantes”, indicó mientras se mostraba consternado por lo sucedido.