Maikol Josué Olano Portillo es el principal sospechoso del asesinato de la joven Olga del Carmen Ramírez, venezolana, de 26 años de edad, perpetrado este martes 12 de septiembre, en el barrio Nueva Esperanza de la ciudadela Juan Atalaya de Cúcuta, Norte de Santander, Colombia.

La muchacha era oriunda de Naranjales, en Fernández Feo, municipio ubicado en la zona sur del estado Táchira y había emigrado junto con su hija y algunos familiares en busca de mejores oportunidades.

Se dedicaba a vender en su motocicleta artefactos eléctricos y otros enseres, bajo el sistema de cuotas, en estos sectores de la población neogranadina.

De acuerdo con La Opinión de Cúcuta, el presunto asesino fue detenido ese mismo día, a eso de las 4:00 de la tarde, cuando los uniformados siguieron los rastros de sangre que quedaron en la calle, entre el lugar donde fue hallado el cadáver de la joven y la casa de Olano Portillo.

Contaron familiares de Olga del Carmen al medio cucuteño que ese día, alrededor de las 9:00 de la mañana, luego de buscar algunos ventiladores y cobijas donde su suegra, la joven salió a trabajar.

Presumen que arribó al barrio Nueva Esperanza a eso de las 11:00 de la mañana a cobrarles las cuotas respectivas a sus clientes, entre los que se encontraba Maikol Olano.

En este sentido, una de las hipótesis que manejan los investigadores es que, al parecer, ellos tuvieron una fuerte discusión. En medio de la riña, el hombre habría sacado un cuchillo y la atacó, causándole heridas letales.

Luego la arrastró y la abandonó a un lado de la vía, en una zona semi boscosa, cerca de su moto. Trascendió, que este además habría robado la mercancía que Olga estaba ofreciendo.

Horas después, en vista de que la tachirense no había ido almorzar, sus familiares alertaron a la policía. Indicaron que esta tenía activo el GPS de la moto. Gracias a ello dieron con su ubicación, encontrándola sin signos vitales, en una escena que los dejó atónitos, pues nunca imaginaron que a ella pudiera pasarle algo así.

Pidieron justicia por su muerte, pues, según afirmaron, se trataba de una mujer trabajadora y honesta. “Eso no compensará el dolor y la tristeza que nos deja este terrible hecho. Ella era una muy buena persona”, dijo un allegado, entre sollozos, al medio fronterizo.

Raúl Márquez