Sucesos
Efectivos de la Policía Estadal evitaron violación de adolescente en buseta del transporte publico
9 de diciembre de 2019
Los hechos ocurrieron en horas de la noche del viernes, en el municipio Torbes, cuando los
patrulleros vieron una buseta de la línea Rómulo Gallegos que se internaba por un camellón a una zona boscosa y, tras algunos minutos de espera, fueron tras ella y encontraron en su interior a una muchacha de 15 años, que entre lágrimas dijo a los uniformados que había sido sometida, bajo amenaza, por dos adultos y dos adolescentes que tenían previsto abusar de ella
Armando Hernández
La supuesta violación contra una adolescente de 15 años de edad, que cuatro sujetos, dos adultos y dos adolescentes, tenían previsto realizar a bordo de una unidad de transporte público, en zona boscosa de Vega de Aza, municipio Torbes, fue frustrada por funcionarios de la Policía del estado Táchira, quienes entraron en sospechas al observar, en horas de la noche del pasado viernes, que una unidad afiliada a la empresa Rómulo Gallegos se internaba por un camellón, rumbo a una zona de densa vegetación, lo cual causó sospechas entre los uniformados.
Voceros de la Policía Estadal manifestaron que el procedimiento ocurrió a eso de las ocho y media de la noche, cerca del Fuerte Murachí, sector Rincón de La Vega, cuando los patrulleros realizaban despliegue y vigilancia, dando cumpliendo a instrucciones emitidas por el general de Brigada Jesús Andrés Arteaga Simancas, y observaron que la buseta salía de su ruta habitual para tomar un carreterita que conduce al sector “El Polvorín”, del Fuerte Murachí.
Los funcionarios optaron por avanzar unos metros y detenerse un poco más adelante para observar lo que ocurría entre la zona boscosa y cuando vieron que las luces eran apagadas, inmediatamente fueron al lugar y con las medidas de precaución se acercaron, pues pensaron que el autobusero era víctima de un atraco.
Cuando se acercaron al vehículo, observaron a cuatro sujetos que rápidamente intentaron explicar el motivo de su presencia en el apartado y solitario lugar. “Estamos contando la plata del trabajo de hoy”, dijeron rápidamente a los uniformados, pero estos optaron por hacer una inspección en la buseta. En varias oportunidades, y de manera imperativa, debieron exigir al conductor que abriera la puerta y al recorrer las filas de butacas, en la última hilera, se encontraron con una joven acostada, llorando y víctima de crisis de nerviosa, que al percatarse de la presencia policial solicitó ser auxiliada.
El vocero policial dijo que la joven les expresó que abordó la unidad en calidad de pasajera, pero cuando estaba llegando a su destino fue secuestrada por los cuatro individuos que estaban en el vehículo. Ante la gravedad del hecho denunciado, estos fueron inmediatamente detenidos, resultando ser dos adultos y dos adolescentes, de 16 y 17 años de edad.
La joven víctima, una adolescente de 15 años, refirió que se dirigía a su residencia en la unidad de transporte y que durante el recorrido bajaron casi todos los pasajeros, a excepción de tres hombres y el chofer. Cuando ella intentó dejar la unidad, el conductor lo impidió, cerrando la puerta, y rápidamente fue sometida y bajo amenaza la trasladaron hasta el asiento posterior, donde la hicieron acostar, narró la desesperada víctima.
Le advirtieron que iban a abusar de ella, contó el funcionario policial, y regresaron por la vía para tomar el camellón de “El Polvorín”, lo cual coincidió con el paso de la patrulla de PoliTáchira, que detectó la irregular situación.
El informante no reveló la identidad de los detenidos, pero dijo que los adultos cuentan con 32 y 25 años de edad, y junto a los dos adolescentes fueron colocados a órdenes del Ministerio Público.
Aclara que el abuso sexual contra la joven víctima no fue consumado, ya que la presencia policial y la decidida acción de los uniformados frustraron el hecho.
Existen tres motivos para mantener reservas sobre el caso, se dijo finalmente, una de ellas la condición de menor de la víctima, al igual que dos de los sospechosos; también la gravedad del delito cometido, y una investigación de carácter policial que se encuentra en pleno desarrollo, para determinar si esto ha ocurrido o no con otras pasajeras, que por diversas razones se han abstenido de denunciar, pero ahora, a raíz de lo ocurrido, pueden acudir a la autoridad, con la seguridad que los hechos serán investigados y llevados ante las instancias respectivas.