Dos venezolanas fueron asesinadas en casos aislados y circunstancias diferentes, en Perú y Colombia, a donde habían emigrado.
En el primer hecho un venezolano, el presunto autor de la muerte de la chica, se suicidó.
El triste homicidio-suicidio ocurrió en un hostal de San Juan de Lurigancho, ubicado en Lima, Perú.
La víctima de homicidio fue identificada como Rosemary López Acosta, de 24 años de edad. Ella se registró en el hotel junto con el también venezolano, Luber Arteaga Delgado, quien más tarde fue hallado sin vida con un tiro en la sien.
Rosemary tenía dos tiros en la cabeza y uno en el pecho. De acuerdo con el noticiero América Noticias, el 24 de diciembre ambos ingresaron al hostal cerca de las 8 de la noche de Navidad.
Se desconoce qué pasó en la habitación que ocupaban, puesto que fue 12 horas después que los cuerpos fueron hallados por uno de los trabajadores del lugar.
La Policía sugiere que Arteaga Delgado habría disparado contra López Acosta y luego se habría quitado la vida en la habitación ubicada en el séptimo piso. Los peritos de criminalística hallaron un arma calibre 38 en el lugar.
Trascendió que días antes el hombre se había hospedado con otras mujeres en el establecimiento.
Ambos cuerpos fueron retirados y llevados a la morgue de Lima. En tanto, agentes de la Depincri de Canto Grande de San Juan de Lurigancho tienen a cargo las investigaciones.
En otro crimen, la venezolana María Antonia Salcedo, quien se encontraba embarazada, se registró la mañana de este martes 25 de diciembre luego de recibir un balazo en la cabeza producto de lo que consideran, fue una bala perdida.
De acuerdo con Vanguardia, el hecho ocurrió en el sector Los Colorados, en Bucaramanga, cuando Salcedo conversaba con su esposo y un primo de éste, quien sería el responsable de activar el arma de fuego que le quitó la vida a ella y a su bebé nonato.
El hombre, quien habría estado bajo los efectos del alcohol, disparó varias veces al aire antes de que la familia le reclamara, por lo que se detuvo; pero fue al bajar la pistola que el arma se accionó automáticamente y disparó un proyectil que luego de rebotar en el piso penetró en la cabeza de la mujer de 28 años de edad ocasionándole la herida mortal.
Miriam Bustos