En lo que dicen es un comunicado, con fecha del 27 de marzo de 2020,  presuntamente emitido por los Comandos Urbanos de Los Rastrojos, que circula sobre todo en el municipio Bolívar, se profieren amenazas de muerte y consideran “objetivo militar” tanto a la guerrilla, como a civiles, a su juicio, supuestos colaboradores del ELN.

El panfleto está siendo verificado por las autoridades policiales tachirenses para establecer su autenticidad y los posibles alcances de las abiertas amenazas allí expresadas.

La notificación va dirigida concretamente a pobladores   y/o algunos vecinos de la frontera colombo- venezolana, así como a quienes frecuentan Villa del Rosario, La Parada, Juan Frío, San Antonio del Táchira, sectores como Llano Jorge, Palotal, “alrededores” y las trochas binacionales.

Señala que el pueblo está cansado de la presencia de guerrilleros del ELN “que llegaron y que a ayudar al pueblo y solo han venido a enriquecerse con el dinero de los pobres que utilizan las trochas a diario, les informamos que todo aquel que se diga llamar guerrillero o colaborador del ELN del Frente Carlos German Velazco Villamizar, serán objetivo militar para nuestra organización, nosotros llegamos a esta zona para tomar nuevamente el control de la misma y dar de baja a estos (…)  dígase llamarse guerrilla o colaboradores entre ellos a los colectivos que radican en la zona, ya el pueblo está cansado de recibir humillaciones (…).

También intimidan al gremio de mototaxistas, infiriendo que colaboran con la guerrilla; que, a través de trabajos de inteligencia, tienen ubicadas las casas de todos los jefes y colaboradores y de todo aquel “que de una u otra forma tenga que ver con estos (…) guerrilleros”.

Igualmente advierte que las trochas de La Parada  y Llano Jorge “son territorio paramilitar”.

Refieren los supuestos paramilitares que no se trata de una broma, que ya les habían advertido que dejan la zona “ahora atengase a las consecuencias (sic)”.

Seguidamente, de manera individual hacen una serie de señalamientos a un grupo de personas, a las que identifican solo por sus supuestos apodos o primer nombre, y acusan de ser “poteros de la guerrilla” e incluso  las presuntas amenazas se extienden  hasta los familiares de los mencionados. (MB)