Luego de que de manera anónima, una familia zuliana fuera advertida sobre el homicidio de dos de sus integrantes, la madre de las presuntas víctimas viajó al Táchira para verificar la información, resultando ser cierto que sus dos hijos habían sido asesinados a tiros en una carretera que conduce al sector Cuquí, en el municipio Junín.
De esta manera fue que las autoridades pudieron identificar plenamente a los dos jóvenes, cuyos cadáveres torturados y con tiros de gracia en la cabeza, fueron localizados el fin de semana.
De acuerdo a los parientes, las víctimas son Rafael y Anthony Hernández Payares, de 22 y 18 años de edad, respectivamente, quienes desde hace algún tiempo dejaron el Zulia para movilizarse hasta San Antonio del Táchira, donde ambos trabajaban como “maleteros”, y residían en la invasión Mi Pequeña Barinas, municipio Bolívar.
Otros “maleteros” les habían notificado a la familia que los dos muchachos se encontraban desaparecidos desde el m12 de mayo, pero no les dieron mayor información sobre las circunstancias del hecho, tal como ocurrió ahora, que fueron hallados asesinados.
El sábado, cuando hallaron los cadáveres en plena carretera, ninguno portaba documentos de identidad, por lo que la presencia de sus parientes en esta entidad, permitió entre otros elementos importantes, su identificación plena, y por ende facilitar a los investigadores del Cicpc el inicio de las investigaciones.
El caso de los hermanos Payares no sería el primero que con las mismas características (secuestro, tortura y homicidio) se ha presentado en la frontera, y es que hace apenas hace unos meses, el cadáver de otro joven (de un grupo) que había sido reportado como secuestrado en San Antonio del Táchira, también fue localizado abaleado, en la vía a Rubio.
Se evidenció, por la vestimenta que tenía en ese momento y por los signos de tortura que presentaba, que efectivamente lo mantuvieron por más de un mes en cautiverio, en algún lugar de esa zona cercana a la frontera.
No se descarta que, como en el citado caso, el de los hermanos Payares haya sido obra del grupo irregular “Botas de Caucho”, que aunque nadie se atreve a denunciarlo, se asegura que tiene en su poder a un número no precisado de jóvenes secuestrados o retenidos contra su voluntad, todos de San Antonio del Táchira. (MB)