Las autoridades están investigando la vinculación de grupos generadores de violencia colombianos, que operan en el área de frontera, con el incidente ocurrido en horas de la noche del pasado sábado en el puesto de la Guardia Nacional Bolivariana en la Aduana Principal de San Antonio del Táchira, donde fue dejado un artefacto, que en un primer momento se dijo era explosivo, situacion que causó alarma y la intervención de expertos del Servicio de Inteligencia Nacional (Sebin), para el desmantelamiento y posterior análisis de sus componentes.

Pese a que las autoridades no han hecho un pronunciamiento sobre el incidente, trascendió que el sujeto que llevó el artefacto hasta el puesto de inspección es de nacionalidad venezolana, proviene del municipio Libertador del estado Monagas, y fue identificado como Marco Antonio Marcano Cedeño.

Ante la ausencia de la versión oficial, en otras fuentes se supo que en realidad no se trataba de un artefacto de alto poder explosivo, pero sí capaz de afectar personas y causar daños en el lugar, donde también operan efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, por cuanto las dos granadas son consideradas como artefactos fumígenos, que se corresponden a los artificios lacrimógenos o de humo.

Estas dos granadas fueron ubicadas en el interior de una pequeña parrillera de fabricación artesanal, y la confusión en cuanto a sus características deriva de las condiciones de poca visibilidad que había en el sitio, lo apremiante de la situacion y las características de los artefactos fumígenos, que fueron confundidos con otro tipo de artefacto explosivo, lo cual quedó aclarado cuando los expertos del Sebin desmantelaron los objetos, que fueron dejados en la parrillera artesanal.

En todo caso, se presume que este hecho tenía como finalidad generar alarma y zozobra en la zona y está vinculado a grupos generadores de violencia, concretamente paramilitares, a los que se estima pertenece el sospechoso, que alega no saber nada, porque recibió la parrillera en el lado colombiano, de manos de un hombre que le pagó para que la llevara hasta San Antonio del Táchira, donde debía entregarla y regresar de nuevo a Cúcuta.

Para las autoridades, esta versión carece de credibilidad, por cuanto se comprobó que Marco Marcano Cedeño, tras colocar la parrillera en una de las mesas de requisa, comenzó a alejarse del lugar y un poco mas adelante arrancó a correr, en un intento por llegar al lado colombiano, pero no lo consiguió porque los efectivos militares fueron más rápidos y lo atraparon a pocos metros de la línea fronteriza. En esto, la mano de los paramilitares en evidente, pero se deberá esperar el resultado de la investigación, se dijo finalmente.

En todo caso, se espera una versión oficial, por parte de las autoridades competentes, para conocer más detalles sobre este incidente ocurrido en la zona de frontera con Colombia.

Armando Hernández