De acuerdo con FundaRedes, el Gobierno estaría tratando de negociar con los familiares de las víctimas
Por Raúl Márquez
José Mejías, coordinador de la ONG de derechos humanos FundaRedes, alertó que funcionarios del gobierno estarían intentando negociar con los yanomamis para, presumiblemente, “enfriar el caso” del presunto asesinato de cuatro indígenas, perpetrado por militares en el sur de Amazonas, el pasado 20 de marzo, cuando discutían por una clave de wifi que compartían, la cual habría sido cambiada por los uniformados sin notificar al pueblo aborigen.
En este particular se dijo, mediante boletín de prensa, que meses atrás habían llegado a un acuerdo para tener el servicio, compartiendo los equipos, pues la antena pertenece a los uniformados, mientras que el router a los yanomamis.
Mejías comentó a medios locales que el pasado fin de semana hubo movimiento desde la base aérea de La Esmeralda, hacia Parima B, y viceversa.
Se refirió al supuesto traslado a Caracas del indígena adolescente herido durante el hecho, el cual se encontraba en el hospital José Gregorio Hernández de Puerto Ayacucho, la capital de Amazonas.
“Existe una sensación de impunidad”, aseguró Mejías, resaltando que la población teme que el caso quede sin castigo y por eso, lo elevará, formalmente, ante la oficina en Venezuela de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelette.
Por su parte, Olnar Ortiz, defensor nacional de la ONG Foro Penal, denunció que su representado, el indígena adolescente sobreviviente de la masacre, fue sacado este fin de semana del hospital José Gregorio Hernández, en el que se encontraba recluido, para ser trasladado a Caracas.
Aseguró Ortiz que el hermano del joven que lo acompañaba en el hospital también fue trasladado. Ambos son testigos de la masacre. Subrayó, además, que el abogado no fue notificado de la medida.
Iglesia católica exige celeridad en investigaciones
La Iglesia católica de Amazonas cuestionó la forma como se han desarrollado las investigaciones sobre lo que denominan “la masacre de Parima B”, municipio Alto Orinoco, donde fueron asesinados los indígenas, entre ellos una mujer, sin que hasta ahora se haya esclarecido este hecho.
Según información gubernamental, se trató de un altercado con funcionarios de la base aérea de la zona, por el control del único equipo proveedor de Internet, propiedad de los yanomamis. El saldo fue de cuatro asesinados y cinco heridos, dos de ellos militares. En respuesta, los indígenas tomaron la base aérea de Parima B, y, actualmente, impiden el relevo de sus 17 militares.
En cuanto a los fallecidos, se trataría de Isnardo Borges, de 21 años; Cariban González, de 22; Jhonatan Silva, de 30 años, y Martina González, de 45.