Una mujer oriunda de Venezuela logró contar la terrible experiencia vivida luego de que su expareja le propinara 28 puñaladas en todo el cuerpo
Jhoana Suárez
Una venezolana, identificada como Keyla Márquez, residente de West Valley City en Utah, Estados Unidos, sobrevivió al brutal ataque de su expareja, el pasado 13 de junio, en plena calle de la localidad.
Según contó Keyla en una entrevista a la cadena de noticias Telemundo, el hombre contra quien ya existía una orden de restricción, es su expareja y padre de sus tres hijos, de quien intentó huir, pero este logró alcanzarla y apuñalarla 28 veces, frente a sus hijos y otros transeúntes, que se quedaron atónitos ante el ataque.
La madre venezolana vivió momentos de terror cuando en plena noche, Ender Pacheco Hernández la persiguió en plena calle, y tras alcanzarla, la haló del cabello para arremeter en su contra.
«Empecé a correr y yo decía: ¡Auxilio, ayúdenme, ayúdenme!, pero nunca solté mi celular y siempre estuve en la llamada al 911».
Según narró la Policía, el hombre la esperó, le rompió una ventana del carro y cuando ella intentó huir, la persiguió para apuñalarla una y otra vez.
«Él me agarró, me haló por los cabellos y por un brazo y me buscaba, me dio, me apuñaló por todos los lugares, por todas partes, lo que buscaba era darme en las zonas letales como en los pulmones, la espalda, la cara, me quería destruir la cara», contó durante la entrevista.
El agresor, también venezolano, ya tenía una orden de alejamiento en su contra, pero eso no fue suficiente para detenerlo. La mujer se encontraba acompañaba de sus tres hijos, y el de nueve años es quien le decía a Ender: «Papá, ya, por favor, ya déjala”, y él le responde: ‘Ya la voy a dejar’, pero aún él sentía que yo iba a quedar viva. Y me dio la última puñalada, me empiezo a debilitar y empiezo a perder la respiración y es cuando caigo al suelo».
Agregó que su agresor pensó que la había asesinado, y por ello la soltó: «Cuando me ve que ya estoy sangrando, dijo: ‘La maté’, por eso me soltó».
La venezolana tiene heridas en el cuello, los hombros, en la espalda y otras partes del cuerpo. Tras propinarle las heridas, Pacheco fue arrestado luego de que intentara huir en su vehículo. Hoy enfrenta cargos por agresión agravada, violación de una orden de protección y violencia doméstica en presencia de menores.
Las autoridades sostienen que debido a la violencia con que se propinó el ataque, el acusado representa un peligro tanto para la víctima como para la sociedad, y por ello han solicitado que se mantenga en custodia.
“Yo de verdad deseo que nunca salga de ahí, porque yo sé que él me va a venir a hacer algo y yo temo por mi vida, claro que temo por mi vida, por la vida de mis hijos, por cómo me dejó. Es difícil a veces no poder dormir, no poder ver un cuchillo o estar con el trauma de que no puedo estar sola porque siento que van a venir a atacarme o a matarme”, sentenció la sufrida mujer.