En atención a una denuncia anónima que llegó a este rotativo, en la que se infiere la autoría de familiares de personas que  durante los pasados meses (en las llamadas guarimbas) fallecieron a manos de funcionarios policiales, los cuales están detenidos, se le consultó al director de Politáchira sobre algunos  presuntos  privilegios que en esa instalación  tendrían  los mismos, en comparación con otros privados de libertad.

Hacen mención en la nota a que se trataría de los ahora exfuncionarios implicados en homicidios, como “los de Carnes  Venezuela, hace cerca de dos años, y el asesinato de un joven en Capacho, en el mes de mayo”.

La solicitud,  para que se abra una  investigación en torno a esta presunta situación que denuncian, se la hacen al director de Politáchira, a la gobernadora Laidy Gómez y también al Ministerio Público.

Entre algunas de las  situaciones que en la misiva, sin firmar, denuncian anónimamente, figura que los expolicías presos reciben visitas conyugales, que  “salen a donde quieren”, tienen permiso y acceso para estar en toda la instalación, lo que implica -se asegura-  “no solo una burla para nosotros, como familiares de  las víctimas, sino un riesgo  de fuga o de que desarmen a algún compañero para evadirse de ese lugar”.

En este sentido, el general  José Noguera Silva, director  de Politáchira, quien accedió a responder a la denuncia, aun siendo anónima, dijo primeramente, a aquellas personas o familias que se sientan de esa manera o afectadas, que está a la orden, dispuesto a  atenderlas y escuchar sus consideraciones al momento que deseen hacerlo, y a la vez explicó que nada de eso que en la nota se reseña es cierto.

“Obviamente, los funcionarios que están aquí detenidos son presos, pero sí están aparte del resto de  privados, precisamente por su condición  de expolicías; pero no es cierto que tienen visitas conyugales, porque ni siquiera hay espacio para eso; tampoco que  se desplazan por toda la instalación  policial, ellos tienen un área de calabozos, en el centro de resguardo de detenidos; algunos atienden una cantina, pero no es un negocio como tal. Ninguno tiene ningún  tipo de privilegios”, añadió. (MB)