Dos venezolanos que estaban desaparecidos, luego de haber sido secuestrados por presuntos guerrilleros del ELN en las localidades de Ureña y San Antonio del Táchira, fueron encontrados muertos y con impactos de bala en trochas próximas a la frontera, según lo expresado por funcionarios policiales que tomaban parte en las investigaciones.

En el primero de estos casos fue muerto un ciudadano identificado como Bayron Alberto Santander Ascanio, quien tenía residencia en Ureña, zona de frontera, donde según lo expresado por algunos vecinos habitaba en una casa en construcción que poco a poco estaba construyendo, para lo cual mantenía en el lugar una especie de licorería que surtía con mercancía que compraba en el lado colombiano.

Explicaron que a principios de semana, el venezolano, junto a un amigo, salió de su casa con rumbo a la frontera para adquirir licor y en la trocha fueron interceptados por varios hombres armados que les ordenaron devolverse. Pero luego se llevaron a Santander hasta la calle 7 del barrio Boconó, donde le dispararon, causando su muerte.

Frédery Rojas Merentes, venezolano de 25 años de edad, estaba desaparecido desde el martes 15 de diciembre, cuando según la versión suministrada por algunos testigos fue secuestrado, en el terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira, por varios hombres armados que se identificaron como miembros del ELN, según lo refirieron varios testigos a las autoridades policiales.

La búsqueda de este ciudadano, oriundo de Caracas, se activó en el lado venezolano por la policía, en tanto que los familiares cruzaron la frontera para buscar ayuda por parte de las autoridades colombianas. El pasado miércoles, a eso de las seis de la mañana, fue encontrado en la trocha Los Mangos, cerca del puente internacional Simón Bolívar, de San Antonio del Táchira, un cadáver con varios impactos de bala.

La policía de Cúcuta comprobó que en efecto se trataba del cadáver de Rojas Merentes, el caraqueño que tenía tres años radicado en la zona de frontera, donde se ganaba la vida como maletero, transportando mercancía a ambos lados de la frontera. Algunas personas que observaron el secuestro dijeron que Rojas, al ser abordado por los presuntos guerrilleros, negó ser la persona que ellos buscaban, pero a pesar de ello se lo llevaron para asesinarlo.

Armando Hernández