Sucesos
Hallan sexta víctima de pugna entre irregulares en la frontera
26 de septiembre de 2019
La pareja de Carlos Eduardo Rolón, quien fue hallado muerto de al menos nueve balazos en el corregimiento Banco de Arena, le pidió a Dios, en medio de lágrimas y arrodillada frente a las instalaciones de Medicina Legal, que lo recibiera en el cielo y le perdonara sus pecados. Así inició diario La Opinión la reseña de la sexta víctima fatal causada por las recientes pugnas entre Los Pelusos y Los Rastrojos, en la frontera entre Puerto Santander, en Colombia, y Boca del Grita, Venezuela.
La última vez que ella estuvo con Rolón fue a las 6 de la mañana del domingo, cuando él salió de su casa, ubicada en Los Patios, y prometió que volvería para ir al estadio General Santander y ver el partido entre el Cúcuta Deportivo y el Deportivo Cali, que se jugó a las 5 de la tarde.
Sin embargo, la víctima sospechó que se demoraría, por lo que acordó con su pareja que se encontrarían en el estadio, pero no llegó a la cita.
A la una de la tarde del domingo, miembros de una funeraria fueron alertados de que en la vereda El Amparo, sobre el sector La Arenosa, del corregimiento Banco de Arena, estaba tendido el cadáver de un hombre, que al parecer había sido traído desde el territorio venezolano.
Por razones de seguridad, ni la Policía ni la Fiscalía arribaron al lugar, por lo que el personal de la funeraria se encargó de trasladar el cadáver hasta el Instituto de Medicina Legal, donde finalmente las autoridades practicaron la inspección técnica al cuerpo.
Según se conoció, la víctima recibió cuatro disparos en la cara y otros cinco en el pecho. Versiones extraoficiales indican que varios hombres, a bordo de una camioneta, arrojaron el cadáver en la trocha y retornaron al suelo venezolano, sin dejar ningún rastro.
La pareja de Rolón lo empezó a buscar la noche del domingo, al percatarse que no había llegado. Sin embargo, en la mañana del lunes, se acercó a Medicina Legal, donde la persona que trasladó el cadáver de su ser querido le confirmó que su cadáver yacía ahí.
Rolón era sargento pensionado del Ejército y actualmente trabajaba como escolta privado. Le robaron la motocicleta de alto cilindraje en la que se movilizaba y los documentos de identidad.
Habitantes de esta zona rural de Cúcuta han sido testigos de al menos seis muertes violentas durante la última semana, añadió el diario colombiano. (MB)