Sucesos
Homicidio de modelo sancristobalense generó masacre en cárcel de Guatemala
22 de mayo de 2021
El esposo de la víctima está recluido en la Granja Penal Cantel, en Quetzaltenango, de acuerdo con las informaciones que se manejan en el país centroamericano
Miriam Bustos
Sucesos/La Nación
El homicidio de una modelo venezolana, oriunda de San Cristóbal, estado Táchira, habría originado la masacre de al menos 7 presos (decapitados) en una cárcel de Guatemala, donde se halla recluido el esposo de la víctima y pran del centro reclusorio conocido como Granja Penal Cantel, en Quetzaltenango, el cual fue identificado como Carlos Roberto León Barillas, nieto del fallecido narcotraficante Juancho León.
El crimen de Anaís del Carmen Gambin Méndez, la venezolana, de 29 años de edad, y madre de dos niños, ocurrió este miércoles, 19 de mayo, de acuerdo con la prensa guatemalteca y algunas agencias informativas.
León Barillas guarda prisión en el módulo ‘A’ del penal y está sindicado de detenciones ilegales con circunstancias agravantes y asesinato. Extraoficialmente, se informó que León es quien cobra “la talacha” en el lugar, entre Q30 y 40 mil mensualmente, y un grupo de pandilleros estaban inconformes con esto, por lo que planificaron el crimen contra su esposa.
El 19 de mayo, que no era día de visitas, la joven llegó a la granja penal de Cantel a las 11:18 horas, según los registros del Sistema Penitenciario. El asesinato ocurrió horas después, a las 15:15 horas, en la 0 avenida de la zona 6 Quetzaltenango, a pocos metros del Segundo Registro de la Propiedad y el Centro Regional de Justicia.
Gambía Méndez se trasladaba en una camioneta blanca, con placas P087GPG, cuando sujetos en motocicleta se le acercaron y le dispararon cuatro veces, ocasionándole la muerte dentro del vehículo.
Luego del ataque armado en contra de la pareja de León Barillas, según Luis Rodolfo Escobar, director del Sistema Penitenciario de Guatemala, un grupo rival al pran de la cárcel fue señalado como el responsable de la muerte, hecho que provocó el amotinamiento y asesinato de los siete reclusos, así como el secuestro de un funcionario, el cual fue liberado después.
La masacre tuvo lugar tras “un momento de ira” por parte de algunos reos, bajo órdenes de León Barillas, “cuando se enteraron del fallecimiento de la persona que se encontraba en el centro de Quetzaltenango (Anaís)”, explicó Escobar.
Asimismo, se presume que estas personas, en conjunto con un grupo llamado “Los Imitadores”, se dedicaban a extorsionar a los reos en dicho centro carcelario y amenazaban de muerte tanto a los privados como a sus familiares.
Escobar mencionó que los reos solicitaron el traslado de este grupo de personas a otros centros penitenciarios, el cual se cumplió tras la masacre, cambiando a 77 reos a otros centros de reclusión.