Sucesos
Horas de incertidumbre y terror en la frontera tras detención de ocho presuntos guerrilleros
21 de mayo de 2019
Horas de terror, desde la mañana hasta avanzada la noche del sábado, vivieron no sólo los residentes de la frontera colombo-venezolano, sino quienes se movilizaban de un país a otro por Ureña, donde la detención de ocho presuntos guerrilleros del ELN habría generado una reacción violenta de sus secuaces, que a como diera lugar pretendieron rescatar a los irregulares, que se hallaban bajo custodia de la Guardia Nacional.
Vale acotar que fue una balacera al mediodía, en las adyacencias del puente internacional Francisco de Paula Santander, al parecer entre grupos rivales que pugnan por el control de la zona, la que dio paso a otros sucesos ese día.
De acuerdo a información aportada por fuentes militares, que prefirieron que sus identidades fueran resguardadas, la captura de los ocho delincuentes, entre ellos un cabecilla conocido como El Guajiro, se practicó en Tienditas y lo hizo una comisión del Destacamento 212, hacia la una de la tarde del sábado.
Los identificaron como Leonel Velásquez, venezolano, de 23 años; José Hernández, venezolano, de 23 años; Ever Correa, venezolano, de 22 años; César Villamizar, colombiano, de 29 años; Alexander Moreno, colombiano, de 25 años; José García, colombiano, de 29 años; Héctor Solórzano, venezolano, de 29 años y José Rodríguez Camacaro, colombiano, de 34 años de edad.
Les incautaron un AK-47, sin serial, Cal. 7,57mm, de fabricación rusa; un FAL Galil, sin serial, calibre 7.62mm, de fabricación belga; una Mini Uzi,calibre 9mm, de fabricación israelí; un M-16, calibre 5.56mm, de Fabricación estadounidense; un M-4, sin serial, calibre 5.56mm, de fabricación estadounidense; una pistola 22, calibre 9mm, de fabricación estadounidense; una pistola Glock 17, calibre 9X19mm, de fabricación australiana; una pistola Glock 19, sin serial, calibre 9X19mm, australiana.
También una pistola Glock 17, calibre 9X19mm, de australiana; una pistola Pietro Beretta, sin serial, calibre 9mm, de fabricación italiana; una pistola Tanfoglio, calibre 9mm, de fabricación italiana; dos granadas de mano; dos cargadores de AK-47 y 57 municiones calibre 7,57mm; cinco cargadores de FAL y 101 municiones calibre 7.62mm; cuatro cargadores de M-16 y 201 municiones calibre 5.56mm; dos cargadores de UZI y 44 municiones calibre 9mm; un cargador de 22 y 18 municiones calibre 9mm; doce teléfonos celulares; dos radios portátiles, así como los vehículos en los que se movilizaban: un Chevrolet, Aveo, dorado, placa AC140BS, y una Chevrolet, Aveo, azul, placa AA192HC.
Extraoficialmente, esta acción militar habría originado una casi inmediata reacción del resto de insurgentes, que según las fuentes, sostuvieron un primer enfrentamiento con la GNB en la plazuela de Ureña, lo que causó pánico en la zona y el cierre temporal el paso hacia el vecino país, por parte de Migración Colombia.
Algo similar se registró posteriormente en Peracal, a donde los supuestos guerrilleros llegaron en busca de sus cómplices, creyendo que allí los tenían; y más tarde, se habría suscitado otra situación más grave, entre los subversivos -que buscaban a los ocho vehículos oficiales que trasladaban a los detenidos hacia el Comando Zonal 2, en San Cristóbal- y la GNB destacados en el comando de Capacho, de donde aseguran, se habrían llevado secuestrados a algunos funcionarios, luego de que trancar la vía para cortarles el paso a los sujetos que perseguían a la comisión, no les sirvió de nada.
Incluso allí, según los vecinos, los delincuentes lanzaron una granada a los militares, la cual no detonó.
Tras todos estos sucesos, a falta de un pronunciamiento oficial, a la fecha se desconoce qué ha pasado, si los sujetos siguen detenidos o si lograron rescatarlos como se lo habían propuesto sus compañeros; así como la suerte de los militares que se asegura, fueron secuestrados por los irregulares, quizá como una medida de presión. (MB)