Raul Márquez
La mañana del pasado lunes, 7 de febrero, al momento en que las madres elaboradoras del comedor de la Unidad Educativa Puerto Teteo de Naranjales se disponían a preparar el almuerzo, descubrieron, con sorpresa, que habían sido objeto de un hurto.
«Vimos que la reja de la ventana del comedor, aunque estaba cerrada, no tenía los candados. Además, sobre el suelo había restos de harina. De inmediato corrimos a la alacena, donde nos percatamos de que faltaban algunas cosas», comentó una de las damas que laboran en ese lugar.
Tras las inspecciones realizadas por el equipo directivo de la institución y, posteriormente, por parte de funcionarios de la Policía del Táchira, adscritos a la coordinación policial de El Piñal, se estableció la cantidad y el tipo de alimentos hurtados.
«Se llevaron 20 kilos de pasta, 4 de azúcar, 2 kilos de arroz, 4 harinas de trigo, 2 mortadelas, 1 pollo y 2 cuchillos de la cocina. Temíamos que se hubiesen robado las bombonas, pero, gracias a Dios, no fue así», precisó Filma López, encargada de formación docente e integrante del equipo directivo de esta casa de estudios ubicada en la parroquia Alberto Adriani del municipio Fernández Feo.
En cuanto a la manera como se llevó a cabo el hurto de estos alimentos, se presume, de acuerdo con las primeras pesquisas, que él o los malhechores accedieron a la cocina por la entrada del comedor, para forzar luego la reja de la cocina.
«Encontramos la reja cerrada, pero sin los candados, y restos de harina por todo el lugar. Esto tuvo que haber ocurrido entre sábado y domingo, pues el viernes todo lo dejamos asegurado, como siempre».
La directora del plantel y los miembros de la comunidad educativa de la referida institución educativa, una de las pioneras del sur del estado Táchira, lamentaron lo sucedido e indicaron que, con esta acción, se atentó contra el bienestar de los niños y de los docentes, pues estos insumos eran parte de su alimentación.