El fallecimiento de dos ciudadanos, en diferentes casos ocurridos en la parte alta de la ciudad, está siendo investigado por efectivos de la Brigada Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalistas, delegación San Cristóbal, que tratan de aclarar la manera como estos casos ocurrieron y los posibles motivos.
En el primero de estos hechos perdió la vida el ciudadano G. García Ibarra, venezolano de 34 años de edad, quien supuestamente se habría disparado con un arma de fuego en el interior de su residencia, ubicada en la calle principal de barrio Sucre.
Apenas recibieron notificación de lo ocurrido, funcionarios de la policía científica se trasladaron al sitio para el inicio de las investigaciones y tras sostener entrevista con familiares del hoy occiso, procedieron al levantamiento del cadáver, que fue llevado a la morgue del Hospital Central para la correspondiente autopsia de ley.
El otro caso ocurrió en una vivienda de la urbanización Colinas de Pirineos, donde pierde la vida, a causa de asfixia mecánica, el señor R. E. Bautista Barrientos, venezolano de 41 años de edad, quien fue encontrado por sus familiares sin signos vitales.
Los detectives del Cicpc acudieron al sitio para las investigaciones de rigor, las cuales están en desarrollo de manera conjunta con el Ministerio Público.
Por otra parte, las autoridades policiales informaron sobre la providencial participación de funcionarios de organismos de protección que evitaron que dos personas se quitaran la vida, el pasado sábado.
En Residencias Alameda, una mujer intentaba lanzarse al Vacío, cuando llegaron funcionarios de Protección Civil Táchira y bomberos de San Cristóbal, que mediante el diálogo y la persuasión lograron que desistiera de sus propósitos. La dama fue trasladada a la parte baja del edificio, donde recibió atención psicológica y fue entregada a sus familiares.
Poco después, los bomberos acudieron de emergencia hasta el viaducto de la carrera 21, donde evitaron que un sexagenario saltara al vacío. Este ciudadano, una vez tranquilizado, fue trasladado a su residencia en la parte alta de la ciudad, donde fue recibido por sus familiares (AH).