El cadáver fue hallado el viernes en la noche con varios impactos de bala. El sábado, otro joven, que estaba desaparecido junto a él, fue asesinado. Policía científica colombiana ejecuta las pesquisas
Raúl Márquez
Un joven venezolano fue ultimado a balazos durante el fin de semana, en el Departamento de Arauca, frontera de Colombia con el estado Apure, en hecho de sangre que es investigado por las autoridades neogranadinas. Tenía desaparecido 35 días junto con otro joven, el cual también fue asesinado.
El crimen se registró el viernes 5 de mayo. La víctima fue identificada como Franyer David Rojas Ruiz, un jornalero de 21 años de edad, quien estaba denunciado por su progenitora, Iraima Ruiz, como desaparecido. Vivía en el barrio Nuevo Fortul.
De acuerdo con medios araucanos, desde el día miércoles, 28 de marzo, no se tenía conocimiento de su paradero.
Los familiares revelaron que el día de su desaparición, el joven migrante salió en una motocicleta prestada en dirección al sector Caño Rojo, a buscar a un amigo, identificado como Álvaro Torres –que también trabajaba en unidades de producción-, y desde esa fecha se perdió contacto con ambos, al punto que no contestaban los teléfonos celulares.
Tras 35 días de secuestro y angustias que vivieron los familiares y amigos, en las horas de la noche del viernes, se informó del hallazgo del cuerpo del joven sin vida, a pocos kilómetros de su lugar de residencia, en el eje vial entre los municipios de Fortul y Tame.
La víctima presentó en su cuerpo varios impactos de bala. Funcionarios de la policía científica colombiana iniciaron las pesquisas de rigor.
Horas después, familiares de Álvaro Torres, del cual se desconocen más datos, confirmaron que este también había sido asesinado en un sector de la Vereda Barrancones, jurisdicción rural del municipio de Saravena.
De manera extraoficial, trascendió que la línea de investigación que cobra fuerza en estos hechos de sangre, involucraría a los grupos armados irregulares que operan en estos municipios araucanos.