El caso de Chacón Ramírez, quien resultó herido el 20 de marzo, fue conocido en todo el país por la saña del grupo criminal, que una vez logró el cometido de asaltar a los pasajeros, al momento de huir con el botín le dispararon sin ninguna razón a la víctima, solo porque minutos antes se había resistido a dejarlos subir a la unidad
————————————————————-Luego de permanecer unos días en estado crítico, tras complicarse su recuperación, producto de un balazo en el abdomen, este miércoles en la madrugada falleció en el Hospital General de Táriba (Fundahosta), municipio Cárdenas, el conductor de Expresos Mérida que fue herido por un grupo de delincuentes que asaltó la unidad que conducía en la ruta a Puerto La Cruz, estado Anzoátegui.
Desde el hospital de Barcelona, Álvaro José Chacón Ramírez, de 37 años de edad, fue trasladado a su casa, en el sector El Ojito, del municipio Guásimos, pero su estado se complicó, lo que hizo que su familia lo llevara de urgencia al hospital de Táriba, donde falleció a causa de las secuelas del balazo, pese al esfuerzo de los médicos que lo atendieron.
Una comisión del Cicpc, de la delegación municipal San Cristóbal/Coordinación de Investigaciones de los Delitos Contra las Personas (Brigada de Homicidio), se ocupó muy temprano de levantar y trasladar el cuerpo hasta la morgue del Hospital Central sancristobalense.
El hecho en el que Chacón Ramírez resultó herido, el 20 de marzo, fue conocido por todo el país por la saña del grupo criminal, que una vez logró el cometido de asaltar a los pasajeros, al momento de huir con el botín le dispararon sin ninguna razón a la víctima, solo porque minutos antes se había resistido a dejarlos subir a la unidad.
Para su entorno, el homicidio del transportista tachirense quizá pudo haberse evitado, si en las alcabalas que se consiguieron entre San Cristóbal y Barcelona no hubieran retenido por tantas horas, para someter a revisión, la unidad que conducía.
Esta situación –argumentaron- provocó que el viaje no llegara a la hora prevista al terminal de Puerto La Cruz, que era su destino, sino que en la madrugada apenas iban a la altura de puente Gómez, sector El Viñedo, a pocos metros del peaje Los Potocos, troncal 9, Barcelona, donde los asaltantes la interceptaron.
En ese punto, los dos choferes de la unidad 149 de Expresos Mérida observaron una barricada, formada con palos y piedras. En ese momento, de los 50 pasajeros con los que partieron, la noche anterior, desde el terminal de San Cristóbal, solo iban 12. Los demás se habían quedado en distintos estados durante el trayecto.
El chofer trató de esquivar la barricada, pero no lo consiguió. De la maleza salieron al menos unas 10 personas, entre hombres y mujeres que, armados de piedras, palos y armas de fuego, subieron por la fuerza al autobús y cometieron el robo masivo.
Cargaron con el equipaje, celulares, dinero en efectivo y hasta un lote de 150 pares de zapatos pertenecientes a uno de los pasajeros, además de dispararle al conductor tachirense.
Posteriormente, el Cicpc de Barcelona logró la captura de varios de los delincuentes; uno murió por resistirse a la autoridad, y otro apenas horas después de que lo recluyeran en los calabozos, donde sostuvo una riña con otro detenido que le causó la muerte.
Miriam Bustos