Armando Hernández

Los hechos ocurrieron en horas de la tarde del pasado 23 de diciembre, cuando el padre Joel Escalante fue a visitar los pesebres de su parroquia, lo cual fue aprovechado por los delincuentes para violentar las rejas de seguridad y abrir un boquete por el cual ingresaron al lugar.

La nueva iglesia Madre María de San José, de la urbanización Monterrey de San Cristóbal, ubicada en el sector Los Kioscos, parroquia Dios Padre Misericordioso, resultó víctima del hampa en horas de la tarde del pasado jueves, 23 de diciembre, cuando personas desconocidas violentaron las rejas de seguridad y abrieron un hueco que les permitió pasar al interior, donde se apoderaron de objetos de valor e intentaron violentar el sagrario, lo cual, afortunadamente, no consiguieron.

Así se desprende de las declaraciones suministradas por el presbítero Joel Escalante Buitrago, primer párroco de este templo católico, que comprende los sectores de Monterrey, barrio Colón, Pinares del Torbes, Los Kioscos, San José y Demócrata, donde las cosas en materia de seguridad no están muy bien, y ante lo cual, los vecinos se han visto en la necesidad de organizarse a los efectos de velar por su propia seguridad, constituyéndose en grupos de vigilancia y adoptando los pitos como sistema de alarma para advertir a la comunidad sobre cualquier situación anormal que se pueda presentar.

Según se dijo, el hurto en la iglesia de Monterrey ocurrió a plena luz del día, a eso de las cuatro de la tarde, cuando el padre Joel y miembros de la comunidad estaban visitando los pesebres del sector y al retornar al sagrado local se encontraron con la anormalidad. Al revisar, el padre se percató sobre la falta del equipo de sonido interno, micrófonos, la guadaña y otros objetos de valor.

Alarmado, expresó que los delincuentes intentaron violentar el sagrario, pero, gracias a Dios, no lo pudieron abrir, situación que representa un ultraje para la Iglesia.

Explicó que una vez se supo sobre el hecho delictivo, el mismo gobernador del estado, Freddy Bernal, expresó su preocupación por lo ocurrido y envió a la iglesia comisiones del Cicpc, Policía del estado Táchira y PNB, para el inicio de las investigaciones. Dijo que de acuerdo a la versión que algunos vecinos suministraron, a la hora en que ocurrieron los hechos, en las inmediaciones del templo fue vista una pareja sospechosa, acompañada de una niña.

Por otra parte, se comentó que en esta zona de Los Kioscos, Monterrey y Demócrata, existe una gran inseguridad que es ejercida por grupos de pandillas que asaltan a las personas, cometen robos en residencias y desvalijan los vehículos, por lo que solicitan mayor presencia por parte de las autoridades policiales. Manifestaron que estos barrios están sumidos en una gran oscuridad por la ausencia de alumbrado público, y que, al parecer, los grupos delincuenciales tienen sus guaridas en una zona boscosa adyacente al liceo Alberto Adriani.

Por otra parte, el padre Joel Escalante confía en la acción de las autoridades y espera que logren la recuperación de los objetos robados, puesto que los mismos resultan de gran importancia para el normal funcionamiento de la iglesia, especialmente en lo que se refiere al sonido interno.