Sucesos
Ocho años de prisión para la ex-GNB que asesinó a su pareja militar en Táriba
22 de agosto de 2020
Un tribunal tachirense dictó sentencia condenatoria y una pena de 8 años de prisión a la exfuncionaria de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Y. Tarazona Cano, de 36 años, por el homicidio de quien era su pareja sentimental, el también efectivo de la GNB, sargento supervisor Orlando Bautista Duarte, de 47 años, hecho ocurrido en agosto del 2018, en una residencia que compartían en Táriba, municipio Cárdenas.
Este miércoles, en la mañana, durante una audiencia especial que se realizó, Tarazona Cano admitió su responsabilidad en el crimen, se declaró culpable del delito de homicidio intencional simple y al admitir el hecho, la pena que le correspondía, de acuerdo a la ley, le fue rebajada considerablemente, a 8 años de cárcel.
Aproximadamente, a las 9 de la noche del 25 de agosto de 2018, luego de que víctima y victimaria estuvieron departiendo e ingiriendo licor en una licorería, donde se aseguró que hubo una acalorada discusión, sucedió el homicidio.
Posteriormente, al llegar a la casa que compartían, marcada con el número 10-27, de la calle 11 del barrio Monseñor Briceño, Táriba, se reinició la confrontación, en la que la mujer -aseguró- lo asesinó a cuchilladas en legítima defensa, porque él la estaba golpeando.
Cabos sueltos
Sin embargo, para la familia de la víctima, pese a la reciente sentencia, cerrar el ciclo que se abrió hace dos años no será fácil. Consideran que la condena que le dieron a la mujer que convivió con su padre por unos cuatro años, relación de la que nació un hijo, no es justa.
Pero, en aras de limpiar el nombre de Orlando Bautista, por primera vez se pronunciaron para revelar que él no fue nunca violento, menos con ella, de quien estaba perdidamente enamorado. A su juicio, era ella quien siempre se mostró violenta y belicosa.
Para ellos, muchos elementos no encajan. Destaca la sospecha de que Tazarona no actuó sola -solo presunción- y que posiblemente alguien más estuvo implicado en el crimen; extrañamente, el arma blanca utilizada no fue hallada nunca; en la casa donde ocurrió el crimen, además de no presentar desorden, había muy poca o nula evidencia de sangre, a pesar de que la herida letal, en la zona media- costal derecho, le perforó la arteria mesentérica. Para los deudos de Bautista, quedan muchos cabos sueltos, diligencias que supuestamente se omitieron y evidencias que no se presentaron, pero hoy prefieren dejarlo a la justicia divina.
“No era un maltratador”
“Nosotros, hijos de Orlando Bautista Duarte, nuestro Peluche, enviamos estas líneas con la imperiosa necesidad de agradecer a todos los familiares, amigos y compañeros que siguieron con preocupación, durante estos casi 2 años, el desenlace del asesinato de nuestro papá, creyendo en su inocencia y honorabilidad, como era su característico comportamiento de respeto para con todos”, señaló Yénifer Bautista, una de los hijos de la víctima.
—En los días sucesivos a su homicidio –prosiguió la chica-, nuestro padre fue conocido en algunos medios de comunicación como un maltratador; hoy su nombre ha sido limpiado por la misma justicia, demostrando que luchó por su vida, siendo maltratado con diversos traumas en su cuerpo, como se evidenció en los resultados de la exhumación del cadáver, el 19 de diciembre de 2018.
“A pesar de que ya habíamos perdido la esperanza y entregamos el caso a las manos de Dios, y cuando menos lo esperábamos, en los momentos más difíciles, se dictó sentencia, aunque no es la merecida. Agradecidos a este medio de comunicación por difundir nuestro sentir y, sobre todo, por darnos la oportunidad de limpiar el nombre de nuestro padre, a quien amaremos eternamente”, acotó finalmente Yénifer.
Miriam Bustos