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Sucesos
Otro venezolano asesinado a tiros en el vecino territorio colombiano
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Al asesino del venezolano Frank Alexánder Pedraza Rivas, de 34 años, no le importó que junto a él estaban sentados un niño y una mujer de la tercera edad. El desconocido llegó a atacarlo a balazos, hasta matarlo.
Así reseña diario La Opinión el homicidio de otro venezolano en territorio neogranadino.
El hecho ocurrió a las 9:20 de la noche del miércoles, en el parque Valles del Rodeo, ubicado en la manzana 16 de ese barrio de la ciudadela Juan Atalaya. Frank Alexánder estaba sentado en la primera banca del parque; al lado estaba su sobrino de 11 años y junto a él, su tía de 67.
“No encuentro explicación alguna. Nosotros no conocemos nada acá; llegamos hace dos días a este barrio”, dijo una familiar de la víctima. “Lo que sabemos es que una muchacha pasó y le preguntó la hora y él le contestó que eran las 9:06 de la noche. Ellos estaban esperando a una prima de Frank, que tuvo que salir, angustiada, con su bebé enfermo. Como 10 minutos después, llegaron los dos hombres en una moto Bera Socialista”.
Acto seguido, el parrillero se bajó, mientras que el conductor esperó con la moto encendida.
“Yo solo vi el candelazo de los disparos. Lo que hice fue correr y terminé cayendo a un lado. Mi sobrino, Frank, también corrió, y detrás de él se fue el niño. Todo fue en cuestión de segundos. Cuando me pude parar, el niño estaba gritando que habían matado a su tío Frank”, detalló la tía a las autoridades.Y precisó: “no sé cómo mi niño se salvó. Lo peor fue verlo, tan pequeño, intentando taparle los huecos que le dejaron las balas a su tío. El niño le decía ‘párate tío, párate’”.
Frank Alexánder recibió tres impactos de bala. Los familiares contaron que desde hacía dos meses llegó a La Parada (Villa del Rosario), donde trabajó como maletero y también ayudante de buseta.
“Él solo pasó una noche acá, en Valles del Rodeo, porque vivía en La Parada, pero decidió que se venía con todos acá, que somos su familia. No sabemos si tenía problemas o amenazas. Es que ni la dirección exacta de este lugar la conocemos”, dijo otra familiar.
Más sangre en la frontera
El diario colombiano también reseña tres homicidios más en los últimos días en la frontera con Táchira, en los que las víctimas son venezolanas. Un doble asesinato ocurrió en inmediaciones de la trocha conocida como La Playita, cerca del puente internacional Simón Bolívar, en La Parada, Villa del Rosario, el sábado, a las 8:20 de la mañana.
Allí dos hombres quedaron en la ladera del río Táchira, entre la maleza y una montaña de piedras y arena, a pocos metros del camino utilizado para el paso de los moradores de esa zona. La Opinión conoció que ambos hombres tenían consigo documentos de identidad, por lo que fueron identificados como: Johan José Saraza Coronil, de 38 años, venezolano y con domicilio en el municipio tachirense de Pedro María Ureña; y Moisés David Rengifo Moreno, de 38, también venezolano.
Uno tenía cubierta la cabeza con su propia franela blanca, característica particular de los últimos cadáveres encontrados en esa zona fronteriza. Este hombre, quien además usaba jeans, lo tenía a la altura de sus rodillas y portaba zapatos deportivos grises. En la espalda tenía un tatuaje grande, en forma de corona. La otra víctima vestía franela azul, bermuda y pantuflas. Su aspecto, al igual que el de su compañero, era el de un maletero.
En territorio venezolano
Aunque los cadáveres quedaron después del río Táchira, la Policía Metropolitana de Cúcuta aseguró que estaban en territorio venezolano, según el Sistema de Posicionamiento Global (GPS).
Sin embargo, como ninguna autoridad venezolana quiso hacer el levantamiento, por razones humanitarias, los empleados de una funeraria de Cúcuta, después de varias horas de espera, trasladaron los cuerpos hasta el lado colombiano, donde funcionarios de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) hicieron la inspección técnica a los cadáveres.
El jueves hallaron otro cuerpo, en el barrio El Cerrito, a orillas del río Pamplonita, pero en territorio de Venezuela. El hombre tenía un balazo en la cabeza. Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), por razones humanitarias, lo trasladaron a las instalaciones de Medicina Legal, agregó el diario colombiano. (MB)
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