Sucesos
Por estafa y usurpación de funciones fue aprehendido por el Conas-Táchira
30 de enero de 2020
Una comisión del Gaes 21-Táchira, perteneciente al Conas, aprehendió a un falso gestor, sindicado de los presuntos delitos de estafa y usurpación de funciones.
Fue este martes 28 de enero, en Barrio Obrero, donde los funcionarios militares, mediante una operación de inteligencia, detuvieron a J. Daza, de 25 años de edad, venezolano, tras ser denunciado por los delitos antes mencionados.
Hacia las 4 de la tarde se concretó su detención, infraganti, específicamente en la plaza Los Mangos.
La víctima, una comerciante de 53 años de edad, al formular la denuncia ante el Gaes, señaló que Daza se identificaba como funcionario del Saime y que, bajo este engaño, le solicitó la cantidad de un millón de pesos colombianos –más como colaboración que como pago- para actualizarle en el sistema sus datos filiatorios, además de la cedulación y tramitarle el pasaporte.
Sin embargo, una vez la dama le entregó el dinero, el presunto funcionario no efectuó los trámites, por lo que esta se sintió estafada, en razón de que a partir de ese momento cesó toda comunicación con ella.
Con esta información, se le pidió a la víctima que intentara comunicarse con él de nuevo, que le ofreciera más dinero para que le efectuara los trámites, y este “mordió el anzuelo”.
El trabajo de campo desarrollado por los investigadores logró juntar las piezas necesarias para aprehenderlo en flagrancia.
Hacia las 2 de la tarde del martes se conformó una comisión, adscrita a la Unidad de Investigación Central del Gaes, que se trasladó hacia la plaza “María del Carmen Ramírez”, conocida popularmente como Los Mangos, donde lo capturaron al momento que recibía de manos de la víctima un segundo pago por el trabajo que se comprometió a hacer.
De inmediato fue esposado y trasladado a la sede del Gaes, donde fue puesto a disposición de la Fiscalía de Flagrancia del Ministerio Público.
A Daza, quien además decía que era gestor, le colectaron, como evidencia de interés criminalístico, un pasaporte falso, el seudopaquete que recibió y un teléfono celular. (MB)