Cinco efectivos del Ejército, entre ellos una mujer, fueron detenidos por el Cicpc-Apure, tras comprobarse su responsabilidad en dos homicidios y el robo de vehículos en esa entidad llanera.

La información policial refiere que los funcionarios fueron identificados como: Marbily del Carmen P., de 34 años, sargento mayor de tercera, adscrita a la Zona de Defensa Integral 31, con sede en Apure; y los sargentos Raúl G., de 22 años (pareja sentimental de la anterior); Andrés B., de 21 años, y Álvaro S., de 22 años, adscritos al Batallón 826 Trinidad Morán, así como el teniente Roy M., de 37 años, adscrito al mismo batallón, quien presuntamente facilitó su arma de reglamento orgánica para cometer los hechos. 

Los cinco se encuentran implicados en el homicidio de Reedys Alexander Morillo González, de 42 años, quien era militante de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, en Biruaca, y también en el de Juan Carlos Colmenares González, de 43 años.

El primero de los crímenes se registró el 26 de octubre de este año, en la carretera nacional Biruaca – Achaguas, frente a Petro Casa, en la vía pública, a la 1:30 de la madrugada; el segundo asesinato ocurrió el 1º de diciembre, en la carretera perimetral Norte, en la vía pública, Biruaca, también en horas de la madrugada.

Ambos habrían sido víctimas de la misma banda de militares que, vestidos con sus uniformes, abordaban a los taxistas y bajo engaño los llevaban a parajes solitarios u oscuros, les quitaban la vida y luego los robaban. A las víctimas las despojaron de dos vehículos, marca Ford, modelo Fiesta Powers, los cuales posteriormente fueron picados en partes, para ser vendidas sus piezas.

El Tribunal 3° de Control de Apure realizará una audiencia para solicitar la privativa de los presuntos implicados.

A la funcionaria detenida le incautaron el teléfono celular de una de las víctimas y objetos del vehículo de la otra, en su casa; a su pareja Raúl, uno de los autores materiales en ambos homicidios, el teléfono celular de la otra víctima. Por su parte, a Andrés y Álvaro, los otros autores materiales de los homicidios, les retuvieron pertenencias de las víctimas.

Mientras que respecto al teniente Roy, el estudio balístico practicado en su arma orgánica determinó que fue la utilizada en ambos hechos y que la prestaba al resto de la banda para obtener un lucro económico.

Las investigaciones de campo y análisis telefónico por parte de los funcionarios del Cicpc-Apure, en torno a esclarecer los homicidios, lograron determinar que los autores del hecho usaban indumentaria militar para generar confianza en sus víctimas y luego las asesinaban para que no les delataran por la vestimenta.

Miriam Bustos