Sucesos
“Queremos recuperar a Jesús Alexánder, vivo o muerto, pero lo queremos de vuelta”
4 de febrero de 2022
Finalmente se pudo comprobar que las protestas de calle recientemente reactivadas por la comunidad Yukpa, asentada en la zona norte del Táchira, efectivamente corresponden a la demanda de conocer el destino de uno de sus miembros, secuestrado durante los primeros días de octubre de 2021.
Vía telefónica, un familiar de la víctima en cuestión refirió que, tras las primeras protestas que realizaron hace tres meses, recién habían plagiado a dos de sus miembros, uno de los cuales fue liberado, y por ello desistieron de las manifestaciones y pacientemente aguardaron más de los 40 días que les prometieron para que el muchacho regresara, pues les aseguraron en esa oportunidad que sería liberado.
Por ello, finalizado ese lapso, desde el domingo pasado, salieron nuevamente a la calle y repitieron la acción el lunes y martes para exigir saber qué pasó con Jesús Alexánder Sepúlveda González, de 29 años de edad, aun cuando la última información que manejan sobre él es que fue asesinado por la guerrilla en una finca del sector Tres Islas, en el mismo municipio García de Hevia, a donde lo trasladaron el mismo día del secuestro.
Por intermediación de terceras personas, el otro joven sí fue liberado, contó la fuente, pero Jesús Alexánder quedó retenido.
A ambos se los llevó la guerrilla del mismo asentamiento Yukpa – aseguró- porque estaban vendiendo droga al menudeo, “pero, lamentablemente, esa es una de las formas de poder mantener a las familias. Jesús tiene 6 hijos”.
“Lo queremos, vivo o muerto”
“Por medio de un funcionario que tiene contacto con esa gente, nos dijeron que a él (Jesús) lo mataron. Y, si es así, pues entonces queremos su cuerpo”, exigió el familiar, cuya identidad se mantiene en reserva.
Adicionalmente, por otra parte, se dijo que a Jesús no lo liberaron por ser mestizo, mientras que el otro es yukpa de pura raza.
“Ya esa gente les había advertido que no vendieran más droga; incluso ellos les dijeron a los muchachos que los iban a ayudar, pero no fue así. Entonces siguieron vendiendo. El otro muchacho, al que se habían llevado, nos dijo que ahí (en la finca) había dos hombres, al parecer eran los jefes guerrilleros, creo que a uno le dicen Joan y al otro Checo, o algo así”, reveló.
Todo pareciera indicar, con base en indagaciones adicionales que se lograron, que el grupo responsable del secuestro podría ser el ELN.
Específicamente, ocho hombres armados, la noche del secuestro (cuya fecha no recuerdan), llegaron en una camioneta negra, Hilux, al asentamiento indígena —ubicado en la plaza “García de Hevia”, cerca del terminal de pasajeros de La Fría— y los obligaron a irse con ellos.
El que fue liberado días después relató que lo habían esposado y golpeado durante el tiempo que estuvo en cautiverio.
Ha sido por todas estas irregularidades que la comunidad está exigiendo a las autoridades venezolanas, específicamente a las del Táchira, que les den respuesta, pues si bien la etnia radicada en la zona norte de la entidad pertenece a otro estado, el hecho criminal por el que está reclamando ocurrió aquí.
Seis hijos desamparados
En consecuencia, ante esta situación, al Estado venezolano le están pidiendo ayuda y protección para los seis hijos de Jesús Manuel –3 niñas y 3 niños, entre 3 y 8 años de edad-, los cuales se encuentran desasistidos, apenas recibiendo la poca ayuda de su comunidad.
“También quisiéramos, para ellos, que el gobierno los ayude con una casita, un rancho, un techo en el que puedan vivir y crecer. Ellos están sufriendo, y su mujer, Yeinni, también. Están desamparados, no tienen los alimentos que necesitan, tampoco dónde vivir”, pidió el familiar de Jesús Alexánder.
Agregó, para finalizar: “nosotros no vamos a parar las protestas hasta que nos digan dónde está Jesús y, repito, si lo mataron, queremos su cuerpo. Y si es necesario, para que nos escuchen y nos atiendan, vamos a trancar alguna de las vías por unos 15 días, porque alguien nos tiene que dar razón. No es justo, nosotros somos venezolanos, ellos (guerrilla) son colombianos”.
“Estamos investigando”
En la rueda de prensa ofrecida este miércoles por el gobernador del Táchira, Freddy Bernal, al ser consultado sobre esta delicada situación, afirmó que dicha etnia asentada en distintos sectores de la zona norte está siendo utilizada para la distribución de drogas, prostitución y otros delitos, y por ello analizan la posibilidad de llevarlos hasta su lar de origen, por cuanto no son tachirenses.
Pero aclaró que, pese a no ser tachirenses, es obligación del Estado proteger las etnias indígenas.
Añadió que el caso de Sepúlveda está siendo investigado, verificando si realmente está desaparecido y si fue víctima de secuestro. También la fecha y circunstancias en las que ocurrió, y que para ello el comisionado Manuel Romero Inciarte, comandante de la PNB-Táchira, ha sido designado para dialogar con los yukpas.
“Lo investigaremos, como se investiga cualquier delito, tomando en cuenta que son ciudadanos venezolanos”, aseguró el mandatario regional.
Miriam Bustos