Sucesos
Se lo llevaron de Ureña y lo asesinaron en la trocha binacional La Carbonera
1 de julio de 2020
Un joven venezolano, de 20 años de edad, fue asesinado en la trocha binacional La Carbonera, tras ser interceptado en Ureña y llevado por la fuerza con rumbo desconocido, por dos sujetos en moto, la semana pasada.
Según su familia, radicada en Ureña, solo se enteró del trágico final de Rafael Enrique Buelvas García cuando la prensa colombiana, específicamente diario La Opinión, no solo informó sobre el hallazgo del cadáver en la trocha, sino que dio algunos detalles sobre el fallecido.
Explicaron que Buelvas García, oriundo del municipio Pedro María Ureña, estaba viviendo en la ciudadela La Libertad, Cúcuta, con una de sus tres hermanas, y aseguraron que trabajaba como ayudante de construcción y también fue empleado de un reconocido restaurante de esa ciudad.
El lunes 22 de junio, en la mañana, el joven llegó a territorio tachirense, luego de pasar por una trocha entre Villa del Rosario y San Antonio, y luego decidió ir a visitarlas en Ureña.
“Él debía presentarse ante un tribunal por un hecho que sucedió hace mucho tiempo, pero no era nada malo, solo que debía cumplir con esa cita. Sin embargo, cuando llegó le indicaron que volviera después de la pandemia y ahí fue cuando decidió ir a vernos y visitar a sus sobrinos”, dijo a La Opinión una de las hermanas.
La tarde ese mismo lunes, luego de compartir con la familia en el barrio Cují, Ureña, dos hombres a bordo de una moto llegaron por él.
“Uno de los tipos le dijo que tenía que irse con ellos y se lanzaron a quitarle el celular. La reacción de mi hermano, que estaba en franelilla, de inmediato fue de extrañarse”, contó la familiar, la cual añadió que Rafael “alcanzó a sacar del bolsillo del pantalón 100 mil pesos que tenía y se los lanzó a una de las hermanas”.
—-Cuando lo estaban montando en la moto, en medio de los dos hombres -prosiguió-, yo solo alcancé a preguntarle a uno de los tipos por qué y para dónde se lo llevaban. Un tipo me respondió que le harían una investigación y que luego lo traerían, dijo otra hermana.
Desde esa noche, y hasta la mañana del jueves, los familiares de Rafael Enrique desconocían sobre su paradero, pero la foto publicada en La Opinión sobre el crimen los alertó sobre la tragedia. Fue una amiga cercana a las hermanas quien se comunicó preguntando por Huevo, como le decían de cariño a Buelvas, y ahí les dijo sobre el hallazgo, ocurrido el miércoles siguiente.
Como parte de la evidencia, hallaron un par de llaves, una de ellas de unas esposas metálicas. Según las hermanas, el muchacho era quien sustentaba a sus 10 sobrinos.
Miriam Bustos