«La desolación aún reina en frontera»: Isabel Castillo
17 de abril de 2024
Un hombre que hasta el momento no ha sido identificado, pero se cree era parte del grupo paramilitar Autodefensas Gaitanistas de Colombia –AGC- (ahora Clan del Golfo), presuntamente fue ultimado por efectivos del Ejército venezolano, tras resistirse a la autoridad y haber supuestamente iniciado una balacera en la trocha La Mona, municipio Pedro María Ureña.
El hecho violento se presentó este lunes, poco antes de las 5 de la madrugada, en las adyacencias del puente internacional Francisco de Paula Santander, cuando los militares, pertenecientes al Grupo de Artillería de Campaña Vásquez, de la 21ª Brigada, sostuvieron un tiroteo con un grupo de sujetos armados, uno de los cuales murió en la refriega, en el mismo lugar del hecho.
El hombre no portaba identificación, por lo que cuando el Cicpc levantó e ingresó su cadáver a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, lo hizo como “desconocido”.
Sin embargo, se dijo que tenía unos 35 años de edad, y vestía una franela negra y un pantalón jeans, azul.
No se suministraron más características físicas, pero sí algunas señas particulares, como los tatuajes que lucía: uno en la zona derecha del cuello, alusivo a una nota musical; otro en el antebrazo izquierdo, con un dragón, y un tercero en el antebrazo derecho, con letras chinas.
Como evidencia, el Cicpc colectó en el lugar de la balacera: una pistola Smith & Wesson, calibre 9mm, con los seriales limados; 13 conchas de bala percutidas, calibre 7,62x39mm; 5 conchas percutidas calibre 9mm; 3 balas sin percutir, calibre 9mm; un morral camuflado contentivo de material explosivo.
También, panfletos alusivos al grupo de Autodefensas Gaitanistas de Colombia, y fotografías de las bases del puente internacional Francisco de Paula Santander.
De un infarto
Desde Ureña también se reportó, el fin de semana, el hallazgo del cadáver, en avanzado estado de descomposición, de un septuagenario que presuntamente había sido reportado por sus familiares como desaparecido.
Aunque no se logró conocer su identidad y tampoco las circunstancias bajo las cuales, desapareció, unos 8 días antes se informó que tenía 75 años de edad.
El hallazgo lo hicieron personas que transitaban por la trocha El Tato, municipio Pedro María Ureña, quienes dieron aviso a las autoridades policiales.
Una comisión del Cicpc de esa jurisdicción se trasladó al sitio, levantó el cuerpo y lo trasladó al Cementerio Municipal de San Cristóbal, donde la autopsia determinó que falleció a causa de un infarto.
Miriam Bustos
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