Sucesos

Yelitza espera a su hija Yeliany desde hace tres años

10 de febrero de 2024

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La incertidumbre agobia a Yelitza desde hace tres años, cuando su hija mayor despareció en Bogotá, Colombia. Como si “se la hubiese tragado la tierra”, Yeliany Puente no volvió a contactarla. Su madre no ha parado de buscarla y tiene la esperanza de hallarla. Ruega a las autoridades para que los apoyen en la búsqueda

Jhoana Suárez

Yeliany Puente Villarreal salió de su hogar en Ejido, estado Mérida, buscando un futuro mejor en Bogotá, Colombia. Tenía una infinidad de sueños y planes para sacar adelante a su familia. A sus 28 años decidió tomar sus maletas y emprender un viaje para tener una mejor oportunidad de empleo. Su familia la despidió el 21 de diciembre de 2020, augurando para ella éxitos y prosperidad. Jamás imaginaron que ese viaje iba a cambiar sus vidas.

Diez meses después de su partida, Yeliany dejó de comunicarse con su madre, Yelitza Villarreal. Lo que resultó totalmente extraño. Para Yelitza lo normal era recibir video llamadas de su hija, quien siempre estaba atenta de lo que ocurría en casa. “Era primera vez que se separaba de nosotros y ella se comunicaba todos los días, y dejó de hacerlo el 16 de octubre de 2021”.

En un primer momento, contó Yelitza, pensó que había extraviado el celular, por lo que intento comunicarse vía Facebook y otras redes sociales. Pasaron los días y no recibía ningún mensaje de su hija, lo que encendió sus alarmas y comenzó la búsqueda por las redes sociales, esperando que alguien le diera razón.

La madre de Yeliany no se deja vencer y asegura que la buscará cada día de su vida

En ese momento, contó Yelitza, ella se entera que su hija estaba viviendo con un joven de origen colombiano, quien también está desaparecido. Aunque no tiene mayor conocimiento sobre el joven, lo que les comentaron es que al momento de la desaparición su hija estaba en compañía de este y se trasladaban en un vehículo, que también desapareció.

“Nosotros no sabemos realmente lo que sucedió, solo sabemos que a ellos los vieron por última vez en el carro de él, por donde vivían en Usme, al sur de Bogotá y desde ese momento nadie conoce el paradero de ninguno de los dos”, agregó.

Sin respuestas

Aseguró que a la fecha se han hecho todos los trámites legales, la denuncia en Fiscalía y ante los organismos competentes en Colombia, que fue donde ella desapareció. “Mi esposo viajó hasta Bogotá y empezamos a buscarla por nuestros propios medios, pero nadie vio nada, nadie dice nada, como si se la hubiese tragado la tierra”.

Agregó que a la fecha no han tenido mayor apoyo por parte de la Fiscalía colombiana; incluso cuando el padre de Yeliany se reunió con él, este sabía poco sobre el caso. Aunque Yelitza envía constantemente correos al Fiscal, ella sabe que los únicos que están buscando a su hija son su familia. “Desde noviembre no me contesta, pero yo no me canso”.

“De la pareja de mi hija, no sé casi nada, su papá fue el que se puso en contacto con nosotros cuando vio las publicaciones de su desaparición, pues llegó a pensar que mi hija estaba relacionada con ese hecho, y resulta que ella también está desaparecida y nadie ha podido decirnos nada, vivimos en incertidumbre desde aquel día”.

Para Yelitza ha sido muy difícil, porque no tiene los recursos para estar viajando a realizar la búsqueda de su hija, porque ni siquiera la policía de Colombia la está buscando: “Nosotros tenemos que creer lo que nos dicen, porque lamentablemente no hay una investigación policial que nos asegure lo que ocurrió, nadie se hace cargo de estas desapariciones, nadie los está buscando”.

Comentó que incluso llegaron hasta la Defensoría del Pueblo en Colombia, pero allí tampoco obtuvieron mayor respuesta.

Apoyo

Contó que ha recibido gran apoyo por parte del grupo “Esperanza de madre”, donde la han orientado para avanzar por sus propios medios y visibilizar el caso de su hija y de todos los desaparecidos. El año pasado, con el Comité de la Cruz Roja Internacional lograron concretar las pruebas de ADN. “Ellos tampoco saben mucho, su trabajo es de hormiguita porque son muchos casos”.

“Mi corazón de madre me dice que mi hija está viva y yo no pierdo la esperanza de volver a verla, por eso la sigo buscando”.

Aunque Yelitza y su familia han sido contactados por personas inescrupulosas que buscan extorsionarlos, han sido muy precavidos y no han caído en los falsos engaños: “Varias veces me llamaron, pero agarramos consejo y nunca caímos en eso”.

Yelitza confiesa que la situación es cada día más difícil de sobrellevar, sólo Dios le ha podido dar la fuerza para salir adelante: “Yo tengo solo dos hijas, Yeliany y mi hija menor. Mi corazón está destrozado por dentro, pero debo seguir adelante. Todos los días ella está en mi mente, vivo en una incertidumbre, es muy diferente saber que tu hijo está muerto, porque sabemos que todos somos mortales; pero el no saber si está bien, si está en la calle, si come, son tantas cosas que se le pasan a uno por la cabeza, está incertidumbre no se la deseo a nadie”.

Para esta madre venezolana, el llamado es a las autoridades para que se pongan la mano en el corazón y busquen a sus hijos, porque ellas nunca se cansarán de buscarlos.

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