Freddy Omar Durán
Lo que muchos han llevado en sus recuerdos y en su corazón, una experiencia que hace unos años los venezolanos ni sospechaban se fuera a vivir de manera masiva, la sancristobalense Dayana Montilla Zambrano transformó en forma de novela, que intituló “El relato: historia de una migrante”,
Este libro ofrecido a través de la plataforma Amazon ha logrado una receptividad en el público lector, y así se dio a conocer el servicio de ventas on line en sus rankings
Actualmente residente de los Estados Unidos, los agridulces momentos en Chile en un periodo de seis años, se volcaron en estas páginas, buscando de alguna manera advertir a quienes se decidan por esta aventura, y al tiempo disipar los prejuicios de quienes desde lejos creen que todo va de maravilla para quien decide hacer su vida en el exterior.
Tiempos nada fáciles vivió en el país del Sur, pero aprovechables como material literario; cada vez que a sus allegados contaba sus vivencias y veía la respuesta a la forma cómo se expresaba, y lo que en ella se amoldaba, se perfilaba en ella la tarea de ponerse a escribir, pero solo fue posible en suelo norteamericano, hace unos nueve meses, no sin antes hacerse de cierta preparación técnica.
“Yo tenía ganas desde hace tiempo, incluso cuando muchas personas me escuchaba, me animaban y aseguraban que si lo convertía en libro serían los primeros en comprarlo, otros me dijeron: Tu historia está mejor que Netflix. Yo quería escribir el libro y no sabía dónde empezar, e hice un curso de escritura, y también aprendí aspectos como su diseño y producción, de los cuales yo sola me encargué”.
Perseverancia y valentía
Recientemente tuvo una breve visita en el Táchira, por uno de esos motivos que más aterra a todo migrante, perder a su ser querido, en este caso su madre, quien ha transmutado en la esencia más profunda de la escritura, en el motor espiritual de la misma. Ella nunca pensó que sucedería y cuando inevitablemente se dio, resultó la experiencia más dolorosa de su vida.
“Soy la hermana menor de 5 hijos criados gracias al esfuerzo, perseverancia y valentía de mi mamá Noralba Zambrano Zambrano, una madre soltera que a pesar de solo contar con un salario mínimo mensual con mucho coraje y determinación nos sacó adelante, con su apoyo inquebrantable me pude graduar de ingeniero de Petróleo en la Universidad del Zulia, en un país lleno de potencial pero afectado por la difícil situación política y económica. A pesar de haber intentado ejercer allí, no pude avanzar y decidí emprender un viaje hacia lo desconocido. No solo fue difícil estar lejos de mi familia, sino que también me enfrenté a situaciones que ni imaginaria. La fuerza que me impulsó a seguir adelante fue el recuerdo de la fortaleza y determinación de mi madre quien me dio la capacidad de luchar y superar cualquier obstáculo para poder compartir mi historia.
En “El Relato: historia de una migrante”, ofrece Zambrano una visión íntima y emotiva de su experiencia personal como migrante, revelando un aspecto humano, para ser dado a conocer ente quienes no han pensado a hacer –o lo están considerando- se percaten de los retos que los migrantes enfrentan a diario, y el trasfondo de resistencia interior y resiliencia necesarios para no claudicar y estar a la altura del desafío.
“Muchos creen que irse de Venezuela es optar por el camino más fácil, y que cuando nos establecemos en algún país nos va ir de las mil maravillas; cuando estamos afuera, nos embarcamos en situaciones muy muy complicadas, y con este libro quiero crear la empatía con el que nunca ha emigrado, e identificación con el que sí lo ha hecho. Hay personas que se sienten identificados, y me han confesado que no han podido avanzar en la lectura porque les ha afectado demasiado”
Muchos de esos momentos desagradables que tuvo que vivir Dayana en Chile se desenvolvieron en el campo laboral, algo crítico cuando de eso también dependía la formalización de tu situación en ese país.
“Algo que se repite en mi libro, y que pueden testimoniar muchos migrantes en Chile es el sacrificio que implica obtener tus papeles. El patrón te paga unas cotizaciones que van para pensión y salud, y cuando tú metes los papeles definitivos, no puede haber lagunas, deben probar las 12 cotizaciones continuas. Yo pasé situaciones muy complicadas con empleadores, con jefes que me humillaban, me trataban mal, se aprovechan no sé si por mi nacionalidad, siendo yo una de las primeras venezolanas que trabajaron allá, no sé si era xenofobia, o simplemente se aprovechaban de la necesidad de uno. Te hacían trabajar más horas, sin pagar, si yo reclamaba por eso más tareas me asignaban, y eso fue algo que no me pasó en Estados Unidos. Me ví sometida a aguantar por los papeles y eso lo aprovechaban para la manipulación psicológica, diciendo que no iba a conseguir otro puesto y que tenía que agradecerles. Nos pasó a muchas personas aunque no niego que otros llegaron con la buena estrella y apenas tocaron esa nación consiguieron no solo un buen trabajo sino un buen trato. Otra cosa terrible que cuento se relaciona de estar alejado de tu familia y estar preocupados por su padecer”
Gracias a su libro y la resonancia que ha gozado, ha vuelto a entrar en relación con tachirenses con los que había perdido comunicación un tiempo atrás, y que la felicitan por ese logro literario y le consultan muchas cosas vinculas a la migración. Aunque eso sí, con el resto de su familia la interactuación se mantiene diariamente
“En Amazon.com solo colocando mi nombre o el titulo de mi libro lo pueden adquirir, ya sea en el formato Kindle (digital) o en pasta blanda (físico). Por restricciones en Venezuela o Cuba no se vende, pero incluso se puede pedir en Cúcuta”.