La Diócesis de San Cristóbal, presidida por el obispo Mario del Valle Moronta, denuncia, deplora y condena los hechos de violencia registrados el pasado domingo 19 de noviembre, en horas de la tarde, cuando un grupo de personas que participaba en las elecciones primarias de la Mesa de la Unidad Democrática ingresó intempestivamente en el recinto sagrado de la Basílica de Nuestra Señora de La Consolación, en Táriba, “luego de un altercado signado por la violencia y el enfrentamiento, e impidió la celebración de la eucaristía. Se trata de un acto de profanación del templo y de la eucaristía”.

Señaló Moronta que el mencionado acontecimiento adquirió visos de gravedad, porque se impidió la celebración de la eucaristía, a las 7 p.m. Los feligreses tuvieron que ser evacuados por las puertas laterales de la Basílica y no se hizo caso a las advertencias del personal de la Basílica. Además tomaron el área del Altar Mayor para realizar el conteo de los votos de algunas mesas de elecciones primarias.

Precisó la Diócesis en un comunicado que “La ley Universal de la Iglesia presenta serias sanciones para aquellos que profanan, tanto el templo como la eucaristía. Por eso, todos los que participaron en este hecho abominable deberán someterse a la Ley de la Iglesia y hacer las reparaciones morales del caso. Además de cumplir con algunas sanciones, que les serán comunicadas debidamente, los que participaron deberán hacer manifestación pública, pidiendo disculpas al pueblo de Dios por lo realizado”.