El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, de un hombre de piel blanca, cabello negro y aproximadamente 1 metro con 70 centímetros de estatura, yacía dentro del costal, pero sin ninguna identificación
A más de 20 días de ser localizado en territorio tachirense el cadáver de un hombre, que, además de haber sido degollado, estaba atado de pies y manos y dentro de un costal de fique multicolor, no se ha logrado establecer su identidad.
El hallazgo lo hicieron funcionarios del Cicpc, adscritos a la Delegación Municipal Ureña, el pasado 20 de febrero, debajo de un puente del sector Chorro de Agua, en la vía que desde El Vallado conduce a Ureña.
El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, de un hombre de piel blanca, cabello negro y aproximadamente 1 metro con 70 centímetros de estatura, yacía dentro del costal, pero sin ninguna identificación.
Dicho procedimiento, en cuanto a modus operandi, coincidió en todos los aspectos con el levantamiento que apenas hicieron unas horas antes las autoridades colombianas, a unos cien metros del puente internacional Francisco de Paula Santander, del lado venezolano.
En este caso también localizaron, en un costal multicolor, un cadáver masculino, degollado y maniatado, que inicialmente se creyó correspondía al comerciante colombiano Édgar Durán Guerrero, de 52 años, desaparecido en El Escobal desde el 19 de febrero; pero luego, en Medicatura Legal de Cúcuta, se informó que era el joven, también colombiano, Brayan Stiven Montero, de 22 años, quien había desaparecido el 17 de febrero, entre El Escobal y Ureña.
Descartado que sea el
En razón de que el joven Brayan y el comerciante Édgar Durán Guerrero desaparecieron con pocos días de diferencia y que se presumió que de alguna manera dichas desapariciones estuvieran conectadas, porque el primero cruzaría hacia Ureña para comprar repuestos para vehículos, y el segundo se dedica a la mecánica, vende repuestos y hace mantenimiento, en Ureña, de motores diésel, se llegó a pensar que el cuerpo hallado en Chorro de Agua podría ser el suyo, pero luego se descartó de plano porque la data de muerte del desconocido y la fecha de desaparición de este último, no coinciden.
El cuerpo al que se hace referencia se encontraba en estado de esquelitización y actualmente se encuentra en la morgue del cementerio Municipal de San Cristóbal.
Vale mencionar que la ropa que tenía se encontraba en aceptable estado. Vestía una chemise manga corta, color azul, marca Columbia; una bermuda beige, marca AC, talla 34; calzaba botas deportivas blancas con vivos rojos y azules, y una correa de color beige con hebilla metálica, marca Von Duteh.
Pero dos pulseras que lucía la víctima: una negra con la inscripción Amazona/Mayka, y otra metálica eslabona de metal, plateada, podrían ser determinantes para lograr su identificación.
Es de otro desaparecido
Es obvio que el cuerpo hallado en el costal, entre El Vallado y Ureña, pertenece a un hombre que ha estado desaparecido por más tiempo, tal vez desde comienzos de febrero e incluso pudiera ser desde antes; y que por supuesto alguien, en el país vecino o en el nuestro, debe estarlo buscando.
De manera que con el propósito de lograr el cometido de reconocerlo y darle cristiana sepultura, quien tenga a un familiar o amigo en situación de desaparecido y que coincida con la vestimenta, características o las pulseras colectadas a la víctima, debería acercarse a la sede de la Delegación Municipal Ureña, a la de San Cristóbal o en su defecto a la morgue del cementerio Municipal de la capital tachirense, para que a través de fotografías trate de reconocerlo e identificarlo. (MB)
comerciante colombiano