El municipio Bolívar cuenta con un nuevo Punto de Asistencia Social Integral (PASI). Se trata de la escuela Manuelita Sáenz, ubicada en la parroquia El Palotal
Jonathan Maldonado
La escuela Manuelita Sáenz, ubicada en la parroquia El Palotal, en el municipio Bolívar, fue habilitada este jueves como Punto de Asistencia Social Integral (PASI), que servirá para el alojamiento de los migrantes internos que, ante el escenario provocado por la pandemia, se ven en la necesidad de regresar a sus ciudades de origen.
Así lo informó el alcalde de la jurisdicción fronteriza, William Gómez, quien indicó que este PASI cuenta con la autorización y orientación del equipo de bloqueo y protección hacia la covid-19 en el estado Táchira, que “está enmarcado con la autoridad única en salud, la doctora Amelia Fressel, la FAN y el equipo del protectorado”, dijo.
Gómez detalló que la institución albergará, por lo general, a los connacionales que llegaron al municipio desde hacía ya aproximadamente dos años, dormían en establecimientos comerciales que fueron adecuados para pasar la noche, y vivían del día a día. “La pandemia paró el dinamismo de esta frontera y ha conllevado a que se les dificulte obtener los ingresos para el pago de alquiler y comida”, acotó.
Señaló que estos ciudadanos se están viendo limitados y se están viendo en la necesidad de retornar a sus estados de origen. Por ello, se “ha creado este PASI, para reubicarlos allí, cumplir con los 15 días de aislamiento, todos los chequeos importantes, tanto médicos y de atención social, por los que deben pasar antes de retornar a sus ciudades”, especificó.
Retornan tras la paralización de la informalidad
“Si bien están aquí del lado venezolano, muchos de ellos hacían vida del lado colombiano a través de las famosas trochas o caminos verdes. Iban y venían con las personas que utilizan esos trayectos para traer alimentos, productos, y ellos servían como los famosos lomotaxis. Estas personas, al ver que ya ha mermado en un 90% esta actividad, se ven en la necesidad de retornar y se elevó el proyecto hacia el protector, quien lo elevó hacia la Comisión Nacional de la covid-19, encabezada por el ejecutivo nacional”, aclaró.
La máxima autoridad local, enfatizó que las circunstancias económicas los llevaron a estar aquí en frontera, rebuscándose para poder mantenerse y enviar dinero a sus familias. Ahora, dijo, como retornan, no se pueden mezclar con los que regresaron de Chile, Perú o Colombia, ya que su nivel de contagio pueda ser negativo o de menor proporción que el otro grupo.
En torno al protocolo epidemiológico y demás medidas, resaltó que también se les van a hacer las pruebas cortas y las PCR, con el propósito de garantizar que ninguno sea positivo. “De repente no tienen las comodidades en lo inmediato, pero ya está un equipo activo, tenemos a los concejales, el equipo del municipio y, en base a la experiencia, ya están trabajando. Ya la comisión de salud enviará los médicos con un stop para las 24 horas”, aseguró.
PASI y PAS
El burgomaestre recordó que inicialmente había cinco PASI, más los dos PAS. “La escuela doctor José Gregorio Hernández es el PASI creado para las personas positivas, pero asintomáticas. Igualmente, la escuela Pérez del Real, que era un PASI de alojamiento para los negativos, y en vista de la cantidad de personas positivas que se han registrado en los últimos procesos, se ha designado para tal fin”, remarcó.
Añadió que el PASIC del Terminal de Pasajeros, que anteriormente solo funcionaba como PAS, “ahora fue dividido y tenemos una capacidad para más de 1.250 personas, más el área del PAS que tiene capacidad de alojamiento para al menos 600 personas, mientras están en tránsito para pasar a un PASI”, subrayó al tiempo que trajo a colación el nuevo PASI: Manuelita Sáenz.
A modo de colofón, puntualizó que sumando todos los PASI del municipio, se pudiera deducir que se cuenta con una capacidad de alojamiento para 3.000 personas.