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Eddy Merckx “El Caníbal”, honró Mundial de San Cristóbal de 1977

19 de junio de 2020

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Homero Duarte Corona

Eddy Merckx, el más grande de todos los tiempos a nivel del ciclismo de carretera, honró los Campeonatos Mundial de Ciclismo de 1977 en San Cristóbal, fue uno de los principales protagonistas en la prueba de ruta.

Cuarenta y tres años después, “El Caníbal”, apodo con el que se dio a conocer a lo largo de su carrera, merced de sus agallas, el querer ganar todo y a fe que siempre estuvo en la cresta de la ola, figura universal indiscutible, arribó el pasado 17 de junio a los 75 años de existencia.

En un extenso trabajo periodístico reseñado por el Diario AS de España, da cuenta de todo lo que significó este mítico ciclista de ruta, belga de nacimiento y ejemplo para las generaciones de relevo de toda la vida.

Recién había cumplido 32 años, dos meses antes, cuando a última hora se apareció por San Cristóbal, anfitriona de la primera edición de una cita orbital de ciclismo en Latinoamérica, prácticamente en el ocaso de su carrera, que se hizo realidad antes de culminar el año 1977.

Quien escribe la nota, para entonces en función de reportero gráfico de Diario la Nación, acompañó por un rato el entrenamiento de Eddy Merckx y otro grupo de grandes luminarias del ciclismo mundial, un recorrido de 300 kilómetros, ida y vuelta entre San Cristóbal, Santa Bárbara de Barinas, San Cristóbal, sencillamente impresionante para un ser humano arriba de una bicicleta.

Con un tabaco en su boca, a manera de broma, que ameritaba una foto curiosa por tratarse de una figura como Merckx, no le gustó para nada al corredor, trató al reportero gráfico de la Nación, de “fotógrafo amateur”, que no fue óbice para que siguiéramos disparando el obturador de la cámara.

“Me honra que la gente de mi deporte me recuerde después de tanto tiempo. En 2019 celebré el 50 aniversario de mi primer Tour de Francia y este 2020 mis 75 años”, confesó en la plática con los dos periodistas españoles.

Con cierta ironía de campeón, si se quiere, “El Caníbal” sentencia: “aunque al fin y al cabo sí conquisté algunas carreras, ¿no?. Entre las conquistas por el ahora retirado ciclista belga, se encuentra el Tour de Francia, ganado en cinco ediciones y el mismo número el Giro de Italia, aunado a una Vuelta a España, las tres grandes pruebas del ciclismo mundial.

También ganó Merckx, tres mundiales, siete San Remo, cinco Lieja, tres Roubaix, dos Lombardía y dos Flandes, para un total de 525 grandes triunfos en su dilatada carrera.

De acuerdo a este palmarés, con méritos, el consagrado rutero está entre los 100 mejores de todos los tiempos del Ciclyng Hall of Fame de la Unión Ciclista Internacional (UCI). Para la gran mayoría el mejor de la historia, ninguno como él; y pasarán muchos años sin que vuelva a aparecer otro de la talla de este exrutero de todos los tiempos.

Contó que su padre trabajó mucho para levantar su negocio, una frutería, era muy estricto. Tuvo que sacar tres hijos adelante. La vida no fue fácil, Mi hermano, mi hermana y yo no pedíamos nada, y a cambio nos dieron educación y mucho cariño, Nunca me consideré un ser especial.

Por el contrario, dice que un médico, que salva a personas y cura enfermedades, tiene más méritos que un ciclista que se pone un dorsal.

Más adelante relata que, “simplemente me esforcé para sacar el máximo provecho a mis cualidades. En mi carácter se combina la determinación de mi padre y la sensibilidad de mi madre. Pero en carretera siempre salía a vencer. Me gustaba y me gusta ganar en todo, incluidas las cartas y los juegos de mesa, a mis familiares y amigos.

Como los grandes astros en cualquier deporte o disciplina deportiva, de pequeño practicó baloncesto, tenis y fútbol, no obstante muy rápido se inclinó por el ciclismo, carrera que en el futuro le dio fama alrededor de todo el planeta tierra. (HDC)