Por Favio Hernández

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Como si los copeyanos no tuvieran suficientes problemas con la ausencia de poder en la dirección tachirense, ahora le salió otro aspirante a la dirección regional.

Se trata de Orlando Delgado, relacionista público  y dirigente de larga trayectoria política en el estado. Actualmente se desempeña como presidente de la Cotatur.

Fuentes extraoficiales dan por hecho que Delgado quiere hacerse con la presidencia del partido socialcristiano Copei en el Táchira, y que de hecho está aprovechando esa pugna existente entre Lelis Bautista y Azael Chacón para pescar en río revuelto.

Incluso, aseguran que el también expresidente del extinto Iamdere está moviendo sus contactos en la dirección nacional verde para que él sea quien termine designado como presidente de la dirección regional.

Ante la negativa de las filas socialcristianas en no apoyar al alcalde de San Cristóbal, Gustavo Delgado, para su reelección, debido a la displicencia que éste tuvo para con las elecciones parlamentarias del año pasado, Orlando ha venido sonando muy fuerte como posible carta de la tarjeta copeyana.

Dicen dentro de Copei que Delgado está pensando a futuro y que quiere ir abonando el terreno político con miras a la municipalidad capitalina.

Se puede decir que Delgado es un buen relacionista público, dirigente político y social, además de microempresario. También es accionista de la Televisora Regional del Táchira (TRT), medio de comunicación en el cual ejerció cargos de gerencia.

Sin embargo, algunos dirigentes copeyanos alegan que Orlando no cuenta con un gran currículum dentro de la dirigencia verde, incluso, aseveran que no lo conocen en las direcciones municipales.

Cabe destacar que con Orlando, ahora son tres los exdirectivos de la recién renunciada junta regional los que están postulados para la nueva conducción de las riendas del partido en el Táchira.

Será seguir esperando, pues desde hace más de un mes que dijeron que “el miércoles de la semana entrante darán a conocer la dirección regional”, y esta es la fecha y no hay nada concreto, más bien muchas más incógnitas.