Ambos jóvenes quizá provenían del centro del país
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Aún no han sido identificados los dos hombres que la semana pasada fueron ultimados a tiros durante un presunto enfrentamiento con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, en una trocha de San Antonio del Táchira, municipio Bolívar.
Ambos jóvenes, quizá provenientes del centro del país y supuestos integrantes de la banda criminal el Tren de Aragua, murieron aproximadamente a las 4:30 de la madrugada del pasado viernes, 25 de marzo, en la calle principal del barrio Santa Rosa de Lima, adyacente a la trocha Tío Tío, de El Palotal.
Sobre los precedentes del presunto enfrentamiento, el gobernador del Táchira, Freddy Bernal, dijo que ocurrió cuando los ahora fallecidos participaron en una situación violenta, en el lado colombiano, y luego huyeron para refugiarse en suelo venezolano, donde se toparon con una comisión de funcionarios de la Dirección Contrainteligencia Organizada –Dcdo- extintas FAES), de la Policía Nacional Bolivariana.
Aseguraron que, mientras efectuaban patrullaje en el área, los uniformados descubrieron a dos hombres, ocultos en la zona boscosa que rodea la entrada a la trocha, a los cuales les dieron la voz de alto, pero estos la desacataron y dispararon contra los policías.
Ello dio origen a un intercambio de disparos, en el que ambos desconocidos resultaron heridos, siendo trasladados al hospital “Dr. Samuel Darío Maldonado”, de San Antonio del Táchira, donde fueron ingresados sin signos vitales.
“Esta madrugada hubo un enfrentamiento en la frontera, del lado colombiano, específicamente entre bandas criminales que querían resguardarse aquí, del lado venezolano, y no contaban con el patrullaje de la Policía Nacional Bolivariana (PNB)”, informó Bernal, el mismo día.
Sobre las víctimas, solo se conoció que tenían entre 22 y 25 años de edad, y la presunción de que pudieran ser oriundas del algún estado del centro o capital de país, deriva en que, de ser cierto que pertenecían al Tren de Aragua, esta banda se ha dedicado a reclutar o captar para sus filas a algunos  jóvenes migrantes internos que, ante la imposibilidad económica de seguir a otros países, se quedan en la frontera de Táchira con Villa del Rosario, trabajando en lo que les ofrezcan, legal o ilegal.
Como evidencia en el sitio, el Cicpc, que junto con la Fiscalía 20ª del Ministerio Público investiga el hecho, colectó dos armas de fuego, tipo revólver, calibre .38, y al menos cinco conchas de bala, calibre 9 milímetros. (MB)