Regional

En busca de belleza y prestancia la plaza Garbiras

13 de marzo de 2023

588 vistas

Aunque para muchos pase desapercibida, los que pasaron momentos inolvidables en la plaza Garbiras aún recuerdan que en algún tiempo fue uno de los lugares de entretenimiento para la familia en San Cristóbal más frecuentados, y no una gigantesca isla vial, entre las carreras 9 y 10, a la cual incluso alguna vez, por cuestión de seguridad, muchos prefirieron evitar.

Freddy Omar Durán

Allí la Alcaldía de San Cristóbal adelanta labores de refacción, actualmente en la etapa de saneamiento ambiental, limpieza general, y que los vecinos esperan sea propicia a la reconstrucción de caminerías, un parque infantil y equipos para el ejercicio físico.

Además, por lo que les han revelado del proyecto los obreros, ingenieros y funcionarios del municipio que intervienen ese espacio público, se ha planificado un sistema de alumbrado, que favorecerá entre otras cosas una mejor seguridad, y que haría parte de un gran proyecto que se extendería por todo el centro y la avenida Carabobo.

— En la parte de seguridad nos puede beneficiar mucho. Hubo un tiempo en que casi era zona roja. Ocurrían atracos, e incluso hace muchos años –a finales del siglo pasado- asesinaron a un zapatero—, sostuvo un vecino al ser preguntado por las expectativas que tienen respecto a los trabajos de la alcaldía.

De miasma a lugar recreativo

Como cuenta ampliamente el cronista de San Cristóbal, profesor Luis Hernández Contreras, a través de una reseña publicada en sus redes sociales, la zona no ha estado exenta de polémicas, y por los medios de la época de los cuarenta se le señala por su insalubridad, a la que incluso se le adjudica la muerte de dos infantes que allí jugaban y entraron en contacto con aguas putrefactas.

En ese momento se le llamaba plaza Unión, para la cual, luego de ser atendidos los reclamos de la comunidad, por el año 1942 sería transformada en plaza Arístides Garbiras, el nombre de quien fuera alguna vez presidente del Táchira y connotado poeta; no obstante, inicialmente se había pensado el nombre de plaza Guyana.

También se dice que se llamaba “la plaza de los Burros”, pues allí las bestias que se usaban para acarrear mercancías en tiempos en que para estos menesteres poco se usaban los vehículos mecánicos, descansaban y tomaban agua del bebedero.

Pero Claudio Pécori, quien desde su nacimiento y unas cuantas décadas después ha residido en la zona, desmiente esta especie.

— Para que llegaran los burros aquí era muy difícil, por las empinadas vías, y además porque la entrada era por Puente Real, por los años cuarenta. Esto prácticamente eran los límites del área urbana de San Cristóbal –hacia el este-. Apenas si existían unas cuantas casas, siendo una de las más famosas la que está por la calle 13, la casa donde funcionaba una famosa tabacalera. Mi papá estableció aquí el primer templete que tuvo la Feria de San Sebastián.

El señor Pécori es uno de los vecinos que más entusiasmado está en que la plaza Garbiras sea rescatada del abandono en que se encontraba, pues fue el escenario de la infancia suya y de sus hermanos. Incluso se conservan muchos de los árboles que él mismo sembró.

— Yo monté bicicleta, jugué metras, nos tirábamos con cartones por las laderas, y muchos de esos árboles los sembraron nosotros e incluso se hicieron famosas algunas fiestas que se celebraban por la Navidad—agregó.

Además de la construcción y trazado de la plaza Garbiras, por al año 1942, y de lo que apenas se conservan dos bases de las luminarias originales que flanqueaban la entrada por la carrera 10, las más intervenciones a su infraestructura ocurrieron en el año 1976 y a principios del 2000, al ser beneficiado por el plan Táchira Bonito. Muchas gestiones municipales le han dedicado promesas que nunca se cumplieron, y en algunas reparaciones se usaron materiales de cuestionada calidad que nada duraron.

Más visitantes

Desde hace 17 años, Hernández Sánchez, sobre el vértice de la plaza que da a la calle 16, ha atendido el quiosco donde vende comida.

Su anhelo es que la plaza Garbiras se rejuvenezca, como la Plaza de los Enanitos, y eso represente un mayor flujo de visitantes a la zona, y para él una clientela, con la que ya hace rato no cuenta.

—En la plaza Los Enanitos incluso construyeron unos puestos especiales para las personas que han vendido pasteles, dulces y raspados. No estaría mal que también uno pudiera ubicar el negocio en uno parecido. La remodelación de la plaza puede ser de gran beneficio para el comercio, los restaurantes y talleres que están en los alrededores.

Como monumentos emblemáticos del lugar está el monumento a Arístides Garbiras, que el artista Miguel Ángel Sánchez pudo restaurar, para lo cual recibió la colaboración del personal obrero y vecinos. También está emplazado un monumento del Rotary Club, que en realidad es un reloj de sol, y que está pendiente de mantenimiento.

Los trabajos de remodelación de la plaza Garbiras están a cargo de personal de la alcaldía. Algunos vecinos quieren poner su granito de arena. (Foto/Tulia Buriticá)