Los cortes siguen azotando a los comerciantes de la frontera. Este martes, en horas de la tarde, el centro de San Antonio del Táchira se hallaba apagado.
Jonathan Maldonado
Las plantas eléctricas, a las afueras de algunos locales, daban a entender que los pocos negocios que sobreviven en el casco central, sufrían una nueva suspensión del servicio.
Los cortes no tienen una duración específica. «Últimamente han sido de dos horas. En algunas ocasiones alcanzan las cuatro horas», precisó un comerciante.
A las 3:30 p.m., el sonido de las plantas interrumpían cualquier posibilidad de silencio. El combustible que requiere el aparato, más el mantenimiento, representan otro gasto para los dueños o inquilinos de los comercios.
Recientemente, la visita de funcionarios de Corpoelec, exigiendo estar al día con el pago y ejecutando cortes en ciertos locales, elevó el malestar en el sector, pues el servicio siguiendo siendo «pésimo» en el eje San Antonio del Táchira – Ureña.
El comercio en el municipio Bolívar sigue paralizado en casi 90%. Apenas un 10% labora a media