EL DATO
César Belén Sánchez Melo, de 41 años, había construido un cuarto al lado de la casa de su suegra, donde residía con su esposa e hija
Jonathan Maldonado
La hora y el brutal ataque contra César Belén Sánchez Melo, de 41 años, quedaron registrados en cámaras de seguridad, ubicadas en el barrio Gran Colombia, en el municipio fronterizo de Villa del Rosario.
Eran las 6:08 de la mañana con 22 segundos, cuando un hombre golpeó a Sánchez Melo, quien iba a bordo de su bicicleta, con un tubo metálico. La víctima cae sobre el pavimento y el victimario deja el objeto contundente cerca del cuerpo herido, roba la bicicleta y se marcha, en medio de una calle desolada.
El suceso se presentó el lunes 24 de julio. El ciclista tenía pocos minutos de haber cruzado el puente internacional Simón Bolívar, proveniente de San Antonio del Táchira. Lo movía una entrevista de trabajo, en el municipio Los Patios, en Norte de Santander, para la vacante de ayudante de obrero.
«No lo dejaron llegar, lo sorprendió la muerte en el camino», aseguró Leonel Arévalo, cuñado, quien aún se muestra incrédulo ante lo sucedido, pues la forma en que le arrebataron su existencia «cuesta asimilarla».
«Suba, ahí viven ‘Los Ocañeros'»
En el barrio Pinto Salinas de San Antonio del Táchira, a la familia de Sánchez Melo se le conoce como “Los Ocañeros”, por su origen. Nacieron en ese municipio del departamento colombiano de Norte de Santander, pero tienen décadas radicados en la frontera, lado venezolano.
En la casa 15-25 de la carrera 16 con calle 15, vivía el ciudadano, junto a su esposa, Ludy Arévalo; su hija de 12 años y su suegra, Élida Rosa Jácome. Al equipo reporteril de La Nación le abrieron las puertas para conocer, a fondo, qué había pasado.
Los cuñados, Leonel y Gerardo Arévalo se hallaban en compañía de Jácome, la matriarca de 78 años. «César era el sostén de la casa. Era quien le aportaba todo a su familia. Inclusive, a mi mamá, la ayudaba muchísimo», señalaron los hermanos, mientras terminaban de acomodar el altar dispuesto para velar el cuerpo.
«Él era para mí como un hijo más», suelta, entre sollozos, la septuagenaria. La ciudadana intervenía en pocas oportunidades. Se veía que el dolor no le permitía seguir con la conversación. Estaba muy reciente el asesinato de su yerno.
Los hermanos Arévalo hicieron hincapié en la personalidad de su cuñado. «Su tranquilidad y lo colaborador son dos puntos que no se pueden obviar. Siempre estaba haciendo algo, no se quedaba quieto», recordaron desde la pequeña sala donde le darían el último adiós.
Sánchez Melo, en 2022, había viajado a Colombia para recoger café y así lograr enviarle a su familia los recursos para su manutención. Regresó a los meses con algunos ahorros y concentrado en obtener un empleo en lo que más sabía hacer: ayudante de obrero.
Salió preparado
El lunes, narran los familiares, César Belén se levanta muy temprano, monta el desayuno y parte del almuerzo —su esposa estaba cansada y se había trasnochado con la hija a causa de un dolor de muela— y arrancó en su bicicleta rumbo a Los Patios.
Consigo, llevaba un morral donde guardó la comida que cocinó. Intuía que debía asistir preparado por si le decían que se quedara trabajando. La fe y la esperanza por conseguir el empleo —-tenía varios meses sin laborar— lo mantenían con muchas expectativas; sin embargo, lo inesperado le truncó el camino: un delincuente le quitó la vida.
Aunque Sánchez Melo fue trasladado a la clínica Santa Ana, en Cúcuta, no duró mucho tiempo con vida. Las atenciones médicas, en el área de urgencias, no consiguieron alargar su existencia. Las heridas ocasionadas fueron letales para el ciudadano de nacionalidad colombiana.
La consternación, tras lo sucedido, se apoderó de la frontera colombo-venezolana. El vídeo se viralizó e hizo que la Policía del Área Metropolitana de Cúcuta emprendiera la búsqueda del responsable. «Se requiere de mucho patrullaje por parte de la policía. Eso pudo haberle pasado a cualquiera de nosotros», indicó Wilson Martínez, habitante de Villa del Rosario.
Capturado presunto responsable
Como Junior Alfredo Rosales González fue identificado el presunto responsable de la muerte de César Belén Sánchez Melo. Fue capturado por la policía de Colombia en horas de la tarde del lunes. Pasaron 12 horas para dar con su paradero.
Rosales González se mantenía en Villa del Rosario. Estaba en La Parada, localidad donde vendió la bicicleta. Mientras terminan de recabar los elementos que comprueben su culpabilidad, fue detenido por llevar entre sus pertenencias droga.
Sánchez Melo sumaba 15 años viviendo en el barrio Pinto Salinas, en el municipio Bolívar. Había construido un cuarto al lado de la casa de su suegra, con quien tenía una relación de «madre e hijo», de acuerdo con lo descrito por los familiares.
Estaba pautado que el féretro llegara pasadas las 2:00 p.m. de este martes. Debía cruzar en carro fúnebre el puente internacional Simón Bolívar, ya que su muerte se registró del lado colombiano. «Dios quiera y se haga justicia con el caso de mi cuñado», insistieron los hermanos Arévalo.
Para quien desee colaborar con los gastos fúnebres se puede comunicar al: +573027510485.