En el epílogo de la centuria, faltando pocas horas para el final de 1999, a las 4 y 20 de la tarde, cuando el mundo entero, ansioso, esperaba la llegada del año 2000, José Rafael Cortés, el ideólogo y fundador de Diario la Nación, partió para siempre.
A un año del cuarto de siglo de la ida al infinito, la figura de Rafael para unos y señor Cortés para otros se mantiene viva. No aró en el marco ni edificó en el viento; el gran sueño de su vida llamado Diario La Nación se mantiene de pie, como los buenos soldados, sin desfallecer y el 23 de diciembre cumplió 55 años.
Amó el periodismo, su columna la Opinión del Editor, sirvió de tribuna para para defender a los más vulnerables; también, sin tapujos, decir grandes verdades sin importarle el color político. Doña Gloria Niño de Cortés, su esposa, también a la diestra del Dios Creador, ambos como uno solo, bendicen su obra más preciada, luego de su familia por supuesto.
Su amigo, conterráneo tachirense, escritor y expresidente Ramón J. Velásquez al referirse a don José Rafael Cortés puntualizó:
“Y así fue siempre Cortés Arvelo hasta su muerte. Construyó obras como La Nación, que han sido tribunas de los legítimos intereses tachirenses. Escribió, sin ser escritor, editoriales en defensa del Táchira, que perduran y en los cuales lo decía, como apoyo a su defensa, el refranero local por la forma tachirense del hablar, pudiendo marcharse a Caracas, en donde poderosísimos rubienses lo hubiera protegido en sus intereses de empresario. Se quedó en el Táchira y ahí murió, para dejar entre otros, un signo de su amor a la patria en que había nacido. Decenas de nombre le propusieron para el diario que iba a editar y escogió “La Nación” como símbolo total de su amor por la tierra en que nació”.
Una oración a su alma y el recuerdo eterno de sus hijos, nietos y biznietos, demás familiares y amigos hoy cuando se recuerda que un 31 de diciembre fue llamado a los brazos del Señor a la Vida eterna. (HDC)