Ciudadanos consultados aseguran que ha mejorado la seguridad
Jonathan Maldonado
El martes 26 marzo la Policía Metropolitana de Cúcuta anunció la intervención del barrio La Parada, en el municipio fronterizo de Villa del Rosario. A más de un mes de esa accción, la presencia de los uniformados se mantiene de día y de noche en la zona.
La balacera registrada el sábado 23 de marzo, que dejó dos muertos y varios heridos, fue el detonante para que el comandante de la institución, coronel William Quintero, informara desde la zona sobre el despliegue perenne.
«Nos nos iremos hasta tanto logremos la tranquilidad para La Parada», se comprometió el coronel. Pero, cuál ha sido la percepción de comerciantes y visitantes en una localidad que vive del comercio y cuyos principales clientes son venezolanos.
Los comerciantes y vendedores informarles, consultados por La Nación, califican la intervención como positiva, «pues a más de un mes del anuncio, la tranquilidad ha cobrado fuerza y la acción de los grupos criminales ha bajado».
«La gente rara — así prefieren definir a sujetos identificados con el Tren de Aragua–, ya no se acerca tanto como antes a intimidar y a ejercer cobros por extorsión», dijo un comerciante a Diario La Nación.
Quizá, el talón de Aquiles, en torno a la seguridad, se halla aún en el corazón del barrio, donde hace falta la presencia constante de los uniformados. «En el casco central sí han conseguido el objetivo: mayor seguridad», puntualizó un vendedor informal de refrescos.
La Parada está situada a escasos metros del tramo que la conecta con San Antonio del Táchira. Sus casas de cambio y gran variedad en comercio la hace llamativa para el visitante venezolano.
En esa zona, converge lo legal e ilegal. Las bandas delictivas se camuflan en medio de un dinamismo que se lo otorga el comercio. La presencia diaria de la Policía ha hecho que el accionar de los delincuentes se vea bastante limitado.