Carlos Casanova
A la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) surgió un mundo unipolar en la esfera económica y militar; las sociedades y los países fueron creciendo, al paso de las revoluciones industriales. Así, del capitalismo pasamos a la globalización y de ahí a la hiperglobalización.
Ya el mundo dejó de ser unipolar, ahora es multipolar, en lo económico y en lo militar. De hecho, China, que venía de ser país comunista junto a Rusia, ahora son la segunda y quinta potencia económica del mundo después de asumir el capitalismo como receta económica. Otros países como Vietnam también lo asumieron, sacando de la pobreza a sus pueblos.
Lo que va quedando del viejo orden mundial es el hecho de que las transacciones del comercio mundial se hacen en dólares. La globalización financiera está gobernada por el dólar, por tanto de quien imprime, la Reserva Federal; aquí el epicentro entonces de esta crisis, la nueva geopolítica que le da vida a un nuevo orden mundial es la desdolarización del mundo. La guerra es esta lucha, no otra.
El liderazgo del mundo occidental perdió influencia diplomática, política y económica, a manos de los giros ideológicos en posturas de los demócratas en EE.UU. y de los partidos socialistas en Europa que se han radicalizado hacia agendas globalistas; así movieron las empresas a China por el costo más barato en razón de que no existen en ese país derechos laborales, y, al final, los chinos copiaron y mejoraron los productos, convirtiendo a América en su centro de consumo y ya no de producción.
América Latina es un destino del producto chino, con lo que el industrial, grande, mediano o pequeño no pudo competir con el país asiático. En Venezuela, ¿cómo se puede competir en cuadernos o lápices con China? Después de abierta la puerta, lo que queda es el cementerio industrial.
La guerra militar que se pretende es un suicidio para mantener la hegemonía del dólar, cuando la posición correcta es la guerra comercial, los nuevos imperios vienen con sus pretensiones hegemónicas también.
En el mundo, los políticos democráticos sustituyeron sus principios por los intereses y al final crecieron los gobiernos dictatoriales y las tiranías, que representan la mayor cantidad de gobiernos hoy, el problema mayor es que cuando sustituyes principios por intereses, liquidas y acabas los derechos del ciudadano a su libertad y al gobierno democrático.
La crisis de la deuda mundial es una crisis aumentada por el dinero del narcotráfico y actividades ilegales, que son de tal magnitud que impactan al mundo financiero, al cual no se le prestó atención; por lo mismo, ahora la deuda es de 2 mil billones de dólares.
El nuevo eje militar es Irán, Corea del Norte y Rusia. China se mantiene cautelosa, en ese eje no hay expresiones democráticas ni de libertad individual, todo lo contrario. Un gobierno teocrático, una tiranía y un gobierno con rasgos fuertes de totalitarismo; ¿en manos de quién quedará el mundo con estas influencias?
Del 22 al 24 de octubre de 2024 se realizará la cumbre de los BRICS, donde Venezuela no quedó ni fue invitada por razones obvias. Ahí se discutirá sobre el nuevo orden financiero, es posible que se pacte la canasta multimonedas con respaldo en minerales como soporte de valor para las transacciones financieras, a donde el bolívar tampoco entra.
La posición de los presidentes Milei y Bukele destaca en América. En otros tiempos y con otros liderazgos, Venezuela estaría liderando el Nuevo Orden Mundial como consecuencia de la evolución del viejo orden.
La destrucción del poder adquisitivo de la moneda pesa mucho más en los mercados que la tensión geopolítica, y este cambio exponencial puede tener impactos gravísimos, muy importantes sobre el comercio, el crecimiento económico y la polarización política.
Dios con nosotros.