Bogotá, dic (EFE).- Colombia tiene en el ciclismo el deporte que más reconocimiento le ha dado al país gracias a los triunfos de los “escarabajos” que han ganado etapas y títulos en el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España, las carreras más importantes del mundo, pero actualmente vive horas bajas por falta de resultados y de presupuesto.
El camino que abrieron en los años 80 en carreteras europeas hombres como Patrocinio Jiménez, Lucho Herrera y Fabio Parra fue continuado décadas después por una nueva y exitosa generación en la que destacan Egan Bernal (Ineos Grenadier), Nairo Quintana (Movistar) y Rigoberto Urán (EF Education), quienes sin embargo ya empiezan a ver la puerta de salida por diversas razones.
Los más grandes logros han estado en las piernas de Bernal, que ganó el Tour de Francia en 2019 y el Giro de Italia en 2021, pero un terrible accidente sufrido en enero de 2022, durante un entrenamiento, por poco le cuesta la vida y es casi un milagro que haya vuelto a un nivel competitivo.
Quintana subió a lo más alto del podio en el Giro en 2014, fue subcampeón en 2017, campeón de la Vuelta a España de 2016 y se le escapó el Tour en dos ocasiones, una en 2013 y otra en 2015.
Y Urán, que este año dejó el ciclismo de alta competencia, estuvo a punto de abrazar la gloria de campeón en el Giro de Italia de 2013 y 2014, cuando fue subcampeón, el mismo puesto que ocupó en el Tour de 2017 y en Londres 2012, donde se quedó con la plata, el mejor resultado de un ciclista colombiano en una prueba de ruta olímpica.
Sin embargo, desde el triunfo de Bernal en el Giro de 2021, los colombianos no han vuelto a tener brillo en las grandes vueltas, una fase que coincide con el surgimiento de poderosos ciclistas eslovenos, belgas y neerlandeses capaces de batir a todos en la montaña, incluidos los colombianos, que han sido reyes en ese terreno.
Los resultados no colman las expectativas ni de los mismos corredores ni de la afición, capaz de levantarse en las madrugadas colombianas para ver por televisión a los suyos en carrera.
El más destacado este año fue Daniel Felipe Martínez (Red Bull–Bora Hansgrohe), subcampeón del Giro de Italia detrás del imbatible Tadej Pogacar que le aventajó por 9 minutos y 56 segundos.
El problema del dinero
En una época en la que los resultados van de la mano con las grandes inversiones, los cimientos del ciclismo colombiano se han vuelto a sacudir.
Primero fue el latigazo de la Federación Colombiana de Ciclismo, que hace unas semanas anunció que el Tour Colombia de 2025 no se podrá realizar por falta de dinero.
Y en un país como Colombia, donde hay una crónica falta de apoyo estatal, la ministra del Deporte, Luz Cristina López, no se anduvo con tapujos al asegurar que esa carrera, la más exitosa del país en los últimos años, con la participación de grandes nombres del pelotón internacional, «en materia deportiva no le deja nada al país».
«Hay que tener claro que los recursos para el deporte y el deporte de rendimiento nunca van a alcanzar. Las demandas en materia de deporte de rendimiento son muchas y los recursos son limitados. Los recursos hay que priorizarlos donde estratégicamente deben estar mejor puestos», añadió la ministra.
Esas declaraciones han levantado ampolla no solo en el ciclismo sino en otros deportes, cuyos exponentes rechazaron lo dicho por la jefa de la cartera de Deporte, creada en 2019.
Se estima que el Tour Colombia, que no se realizó en 2022 y 2023 por falta de financiamiento, puede costar entre 8.000 y 10.000 millones de pesos (entre 1,8 y 2,3 millones de dólares). EFE