El presidente de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira (Asogata), Leonardo Figueroa, advirtió que no pueden “aseverar nada” sobre la existencia de fiebre aftosa en el estado Táchira, mientras no tengan pruebas y la denuncia necesaria, hecha por los productores o el Insai.
El dirigente ganadero fue abordado por las denuncias del ministro de Agricultura de Colombia, Juan Guillermo Zuluaga, citado en un comunicado del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), según el cual incautaron 15 bovinos ingresados de manera ilegal desde Venezuela, que tenían fiebre aftosa y por lo cual fueron sacrificados.
De allí que Figueroa destacó que “en Asogata, hasta la presente, no hemos tenido ningún reporte de nuestros agremiados sobre fiebre aftosa, como tampoco hemos recibido información de las autoridades competentes, en nuestro caso, del Insai, de reportes de esta enfermedad”.
No obstante, indicó: “estamos muy atentos e invitamos a todos nuestros agremiados y productores del campo, ya que estamos comenzando el ciclo obligatorio de la vacunación. Sabemos que la situación está muy difícil para obtener las vacunas necesarias parta mantener nuestro rebaño sano, pero estamos haciendo el esfuerzo para que todos cumplan con este ciclo obligatorio de vacunación y así poder mantener nuestro rebaño ganadero sano, porque es una obligación que debemos cumplir todos los ganaderos del país”.
El presidente de Asogata recordó que Venezuela no está certificada para exportar esos animales, “que llegan a Colombia de diferentes maneras, a veces en canal, a veces ya carne despostada o muchas veces en pie, como son las denuncias que están haciendo; son animales que salen de nuestro país de contrabando, ilegalmente a Colombia, por el gran diferencial de precios que existe, pero en realidad no están cumpliendo con los procedimientos sanitarios necesarios, indispensables para la movilización de animales en pie, en canal o carne despostada.
— ¿Hay fiebre aftosa en nuestro país o quedan dudas de su no existencia tras la denuncia de Colombia?
— Nosotros, mientras no tengamos pruebas y la denuncia necesaria, hecha por los productores o por el Insai en este caso, no podemos aseverar nada de esto. Aquí, en el estado Táchira, no hemos tenido ninguna denuncia hasta los momentos. El año pasado hubo una, que finalmente el Insai determinó que no se trataba de aftosa sino de una estomatitis, cuya sintomatología es parecida a la de la aftosa; sin embargo, estamos muy atentos y en alerta por cualquier cosa que se pudiera presentar.
— ¿Cómo quedan los ganaderos venezolanos con esa denuncia?
— Quedamos en entredicho, porque es una denuncia formal que se está haciendo desde Colombia. Ahora lo importante es que los organismos de Venezuela, como el Insai, hagan los procedimientos necesarios, cualquier aclaratoria, pues son ellos los que manejan todo el procedimiento legal en este materia.
Enfatizó en que llevar ganado a Colombia “es un negocio lucrativo, ya que el diferencial de precios sobrepasa más de 4 veces cuando un animal cruza la frontera; son más de 2 mil kilómetros de frontera entre ambos países y es inevitable, sabemos que es casi imposible controlar una frontera tan larga y donde siempre ha existido un intercambio comercial por los caminos verdes, por las trochas, y muchas veces también por alcabalas, que mediante la corrupción permiten el paso de animales”.
— En verdad, es una situación muy difícil y debemos estar muy atentos, porque un brote de fiebre aftosa masivo sería sumamente perjudicial para el país, que hoy por hoy está sufriendo las consecuencias de una baja en producción por políticas no acordes con el incentivo de la producción nacional.
Marina Sandoval Villamizar