Freddy Omar Durán

A partir del cemento se le quiso dar solución a uno de los dolores de cabeza de la vialidad de San Cristóbal, como ha sido la calle La Bichuta, que conecta con la avenida Libertador, frente a la sede regional de Cadela.

Hace poco más de un año se ejecutó un intento de rehabilitar una vía tan destrozada como muchas casas que la colindan en la urbanización Pinares del Torbes, producto de los deslizamientos de terrenos, y en cuya falda brotaban las 24 horas del día aguas de dudosa procedencia.

Estos trabajos renovaron el pavimento de cemento. No obstante, el “mal interno” no se subsanó, y terminó condenando a “inflarse y partirse” con un rosario de baches que representan un auténtico peligro para el conductor desprevenido.

Donde se cruza la calle con la avenida, se ha elevado una brecha de varios centímetros, que los vehículos en tanto de subida resulta una proeza que ni los conductores más capacitados pueden escalar; y de bajada, una amenaza para la integridad del carro y sus ocupantes.

Pero ahí no se queda la amenaza: En un punto se quebró la vía, revelándose un vacío subterráneo, que apenas una extraña decoración alerta. En adelanto a la Navidad, dos palos con unos potes en sus puntas fueron colocados en prevención de que ocurra algún accidente.

Como afirmó un vecino del lugar, la alcantarilla al final de la bajada se había tapado y requirió la presencia de una cuadrilla de Hidrosuroeste para librarla de desechos. Agregó que las filtraciones en la tubería de agua que pasa bajo la calle han incidido en su rápido deterioro, y que apenas a la misma se le aplicó una capa de plástico, cuando en su concepto, pudo haberse reemplazado la misma.

Sin embargo, otro vecino consideró que la calle ha sido afectada por los movimientos de tierra que han agrietado las viviendas, y que si no se actúa con criterio técnico en este problema, las reparaciones en el acueducto no servirían. Tratándose de habitabilidad, el deterioro de los inmuebles igual preocupa, y lo que menos quisieran quien los habitan y usan es retirarse de los mismos y perder lo que por tantos años han contado, sin tener opciones de traslado a otras partes. (FOD)