Opinión
Los años de la columna del Calvario de La Grita
miércoles 19 noviembre, 2025
Néstor Melani-Orozco
En los símbolos de la hermandad de la Trinidad desde el secreto de las frases arameas, convertidas en latín, diciendo: “Initiun Sapientiae, Timor Domini” … más en lo inmenso de la conjura de Salomón. Y fue allí donde se elevaron los puntos exactos del neogriego obelisco del lugar del Calvario de La Grita. Entre el credo de una cruz templaria en lo más alto y la medialuna del significado del poder del gran Arquitecto del Universo.
Era 19 de noviembre de 1896. Se rendía tributo a las Bodas de Plata Sacerdotales del sabio Jesús Manuel Jáuregui. En testimonios a la verdad de la ciudad del colegio Seminario y a la generación de valores formados en la interesante escuela de filosofía. En el orden del ilustrado “Patriarca de la Educación Andina” desde abrir el camino de los Andes atravesando los destinos en la obra consagrada a la inmensa pedagogía. Y del monumento del arquitecto Ramón Pino Farías en los símbolos de la veneración de los pueblos y ciudades, con el calceto de los sueños benditos del alma de la ciudad eterna capital antigua del Táchira. Ideario de Ramon Vera G. En su Mandil simbólico desde la palabra y la fuerza viva de una columna de Atenas. Donde significó la lealtad, la pureza y la laboriosidad heredada de los albañiles. Lo describió de su abuelo el Dr. Rigoberto Henríquez Vera en uno de sus libros. Como la pertenencia consagrada a la Trinidad. Y de encantos aquella mañana de los días de los páramos y del mástil sagrado de “Aquel Barco de ilusiones” como le bautizó Ramón J. Velásquez cuarenta y nueve años después buscando muy en los tiempos, en el secreto gritense de Diógenes Escalante. En su mar de cerros enclavados en el esmeralda de las montañas.
Fue ese día de 1896, saber que Emilio Constantino Guerrero, el padre de la primera tesis en el mundo sobre “El Derecho Internacional Aéreo” consagró un discurso a su maestro e Isaura, la Poetisa, describió el amor de oír la comarca de los estudiantes con el simbólico aroma del siglo XIX al portal del siglo XX. Desde las huellas de Vicente Dávila, Rogelio Illaramendi, Eleazar López Contreras, Acasio Chacón, Epifanio Mora, Fidel Orozco, Benjamín Pérez, Arturo Croce Orozco, y hasta muy después en Pepe Melani. Con la ceremonia de la segunda Banda Municipal en un concierto de polifónicas esencias. Entre aplausos y bendiciones. Corriendo en los gastos de la construcción por el mecenas Carlos Olivares, eterno hijo del famoso coronel Mac Pherson y hermano de doña Zoila, esposa del general Cipriano Castro. Olivares más de ser el eterno compañero de Doña Josefa Melani. Y desde el obelisco, los estadios esotéricos de una ciudad que guardó el misterio desde allí del “Mito de la Viga de oro” sostén de las lagunas del glacial, para invocar la eternidad de los tiempos, y para devolver el amor de un pueblo…
Ayer crucé el lugar de la columna y desde 129 años saber entender el significado de las culturas, de la Ciudad Primogénita en lo más grande de los símbolos de una población que fue ilustrada. Y se hubiese convertido en una capital y reliquia histórica de los andinos. Hoy, destilando sus llantos… me detuve y releí la placa en mármol, mientras invoqué las edades como si el viento del venir de los aromas de la cima de la montaña de la Espinosa o del violeta del cerro del “Padre Escolástico” hablara silbando los recuerdos. Siendo hoy la Eterna Columna del Calvario de La Grita uno de sus tesoros patrimoniales. Voz de los centenarios y dignidad de los venideros ejemplos. Amor a una eternidad… Valor de cada uno de los griteños.
*Artista Nacional. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte. *Premio Internacional de Dibujo Joan Miró 1986. Barcelona. España. *Miembro Honorario de la Sociedad de New York.1997. *Premio Nacional del Libro 2019.
Destacados









