Regional
Incertidumbre entre transportistas suburbanos por el costo del pasaje para la próxima semana
12 de mayo de 2018
Hoy el pasaje de las rutas suburbanas que operan dentro del Terminal de Pasajeros de la Concordia puede estar a determinado valor, pero nadie garantiza que el mismo para la próxima semana se mantendrá.
En las mañanas, las unidades que se desplazan a los cuatro costados del territorio tachirense e incluso arriban a estados vecinos, como Mérida, Zulia, Barinas y Apure, tratan de mantener la misma frecuencia de viajes (alrededor de uno por hora); pero ya en la tarde, o casi al mediodía en algunos casos, no hay garantías para el desplazamiento de los pasajeros a sus lugares de destino.
Ya esta semana se hicieron sentir los ajustes de muchas de las tarifas, pero nadie da garantía que en los próximos días se sostengan o, por el contrario, la escalada no se detenga.
Para ir a San Antonio, los “piratas” que operan fuera del Terminal no se ponen de acuerdo, si cobran el puesto en 200 mil o 250 mil; mientras que en las instalaciones, una buseta pueda cobrar 60 mil, a veces, un poco menos si vas de pie, o un carro por puesto en 150 mil.
Henry Chacón, chofer que cubre la ruta hacia La Fría, ya está contemplando la posibilidad de parar su unidad, con tres de sus cauchos lisos, y con los costos de sus repuestos y mantenimiento bien altos:
“Yo como del carro, yo vivo del carro, estoy trabajando a medias. Tan caro que está el mercado. Yo no he vuelto a comer carne hace un buen rato: tan solo estoy comiendo un huevo, con arroz y platanito”.
Para El Vigía, ya el pasaje está a 200 mil; pero de un momento a otro se espera el salto a 300 mil, y el mismo susto se lo han llevado los que viajan frecuentemente a La Grita, que lo pagaban a 150 mil y ahora en 200 mil…y en efectivo. Hacia Mérida, los cambios se dan semana tras semana: la semana pasada el pasaje estaba en 250 mil, esta semana 315 mil, y la próxima no se sabe. Por esos mismos precios oscilan, dependiendo de la distancia, otros destinos como La Fría, La Tendida, Guasdualito o Socopó.
El transportista Jairo Méndez aceptó que muchas unidades han estado paradas por cauchos y baterías, y si los pasajeros cuentan con suerte se puede tomar la última buseta, a las dos y media de la tarde. El resto del día, los choferes lo tienen que dedicar a abastecerse de gasoil o reparar daños mecánicos de sus vehículos.
Freddy Omar Durán