Sucesos
Exhorta el Gaes a colectividad del Táchira a no caer en extorsiones con “Mi Casa Bien Equipada”
29 de mayo de 2018
En razón de que en lo que va del mes de mayo, el Gaes –Táchira, adscrito al Conas, ha logrado frustrar más de 200 extorsiones a igual número de tachirenses a los que les solicitaban dinero para liberar a un familiar que supuestamente se encontraba secuestrado, esta unidad militar está llamando a la colectividad a que no se permita caer en manos de inescrupulosos que desde cuatro cárceles del país están utilizando este modus operandi para obtener dinero fácil, usando como pantalla el plan social “Mi Casa Bien Equipada”.
De acuerdo a data que maneja el Gaes- Táchira, entre 9 a 15 denuncias de este tipo, por día, están recibiendo en las cuatro distintas unidades que funcionan en la entidad, y todas, según las víctimas, tienen que ver con solicitudes de dinero que mediante llamadas telefónicas les hacen, a cambio de dejar en libertad a un ser querido.
El elemento en común de la mayoría tiene que ver con llamadas que recibió algún miembro del núcleo familiar, de personas que dicen ser de “Mi Casa Bien Equipada”.
Explican los investigadores del Gaes que la información personal de las potenciales víctimas y de su entorno familiar, previamente la han obtenido los extorsionadores de ellas mismas y de otros cómplices que operan en la calle haciendo una especie de trabajo de inteligencia.
Dijeron que la primera fase de estas extorsiones consiste en contactar por teléfono a la víctima elegida, posiblemente una de las más vulnerables de la familia (de acuerdo a la investigación que ya los delincuentes han hecho), a la cual le hacen una llamada telefónica en la que se identifican como funcionarios de “Mi Casa Bien Equipada”, asegurándole que ha sido beneficiada con este plan, pero que a su vez necesita que les suministre algunos datos personales y de la familia. Manejan la psiquis de la gente.
Una vez el incauto acepta conversar y suministrar información vital de su círculo familiar, incluso amistoso (cuando también piden todos los datos de supuestos fiadores), ya se convierte en una víctima; por cuanto da nombres completos; oficios o profesiones que desarrollan; lugares de trabajo; números de hijos y detalles de las escuelas o colegios donde estudian; números telefónicos, en fin, todo un compendio de información que luego los facinerosos usan a favor, a su antojo.
Con esta información, incluso sabiendo con exactitud dónde se encuentra en ese momento un determinado familiar que les servirá como cebo, ya sea en el cine, viajando; es decir a sabiendas de que éste no podrá ser contactado de inmediato, los hampones llaman a otro pariente y le manifiestan que dicho familiar está secuestrado y que por su liberación deberá depositar un monto de dinero específico en una cuenta bancaria que le suministran.
“No accedan, denuncien”
Algunos por temor acceden, incluso venden bienes e inmuebles para completar el dinero que les piden; otros prefieren hacer la denuncia ante el Gaes, ya sea en la sede del Comando Zonal 21; en El Mirador; en Colón o en Ureña, donde al efectuar el trabajo de telefonía y abrir celdas, los investigadores establecen que la mayoría de las llamadas provienen de la cárcel de Tocorón, Puente Ayala, El Dorado o El Rodeo, y que el familiar, que se suponía estaba secuestrado, se encuentra bien.
Otra modalidad o mecanismo que utilizan es la de solicitarle al beneficiado del plan los datos de fiadores; es decir, de personas que se supone tienen un poder adquisitivo considerable, y es a estas últimas a las que trasladan las extorsiones carcelarias.
Es por ellos que el Gaes recomienda, a quien se llegara a encontrar en una situación como esta, no acceder de buenas a primeras a las peticiones de los extorsionadores; en su lugar debe acudir a formular la denuncia ante cualquiera de las cuatro unidades con las que este organismo cuenta en Táchira; y que se abstengan de suministrar por teléfono cualquier información personal o de algún familiar, pues de hacerlo irá en detrimento suyo y de sus seres queridos, por cuanto se estarían enfrentando a bandas delictivas muy bien organizadas.
Miriam Bustos